Toledo (EFE).- El Ayuntamiento de Toledo quiere tener lista para su aprobación definitiva en septiembre la ordenanza que regula determinados aspectos del turismo en la ciudad y una actividad en la que se prohibirán los megáfonos para los guías, se restringirá el flujo en algunas calles y solo permitirá un tren y un bus turístico.
Estos son algunos de los temas a los que pone coto la normativa que ha presentado este lunes en rueda de prensa el concejal de Turismo, Vivienda y Relaciones con la UCLM, José Manuel Velasco.
A su entender, esta normativa era necesaria para una ciudad como Toledo y para que puedan convivir el turismo -que es al menos de un millón y medio de visitantes cada año- con los residentes del Casco Histórico de la ciudad.
Velasco, que ha destacado lo pionero de esta medida porque no existe una regulación tan específica en ninguna otra ciudad, ha detallado que la normativa conllevará la desaparición de megáfonos y altavoces en las visitas guiadas.
De este modo, cuando los grupos excedan de 30 personas y a partir de las 23:00 horas será obligatorio el uso de auriculares y, además, estos grupos más numerosos (ya que la normativa regional permite que sean de hasta de 50) no podrán utilizar determinados itinerarios.
Con respecto a los servicios turísticos de tren y autobús, ha precisado que tras la sentencia del Tribunal Supremo este sector quedó liberalizado pero el Gobierno municipal ha propuesto en la ordenanza que se limite el número de licencias a una para el tren turístico y una para el bus turístico.
El mayor volumen de turismo, en tres puntos de Toledo
En cuanto a las restricciones en zonas más saturadas del casco antiguo de Toledo, ha especificado que ya hay detectados tres puntos en los que se acumula mayor número de turistas al mismo tiempo como son la calle Hombre de Palo, el pasaje de Balaguer y la plaza del Consistorio (la que conecta la plaza del Ayuntamiento con el pasaje).
Asimismo, ha resaltado que los grupos de turistas no podrán pararse en cruces de calles para recibir explicaciones, como en Arco de Palacio o la plaza del Salvador, ni dificultar las entradas y salidas de las viviendas de los residentes.
Preguntado por los ‘free tours’, ha apuntado que lo único que se ha regulado es que tienen que cumplir la norma que ya existe a nivel regional sobre la publicidad, prohibida mediante la utilización de determinados objetos en exteriores.
Y en relación con el régimen sancionador y al control del cumplimiento de la norma, ha señalado que la mayor parte de sanciones serán leves, hasta los 750 euros, mientras que las graves serán entre 750 y 1.500 euros y las muy graves entre 1.501 y 3.000 euros.
El control se ejercerá a través de las cámaras ya instaladas y en uso de control de flujos turísticos en el eje principal desde la plaza de Zocodover a la zona de Santo Tomé.
