Cristina García Casado|
Salamanca (EFE).- Arte floral, teatro callejero, rutas y pinball acompañan este sábado a los 17 creadores de arte urbano que pintan en el festival Galería Urbana los muros del Barrio del Oeste de Salamanca, ejemplo de transformación ciudadana y destino turístico alternativo en esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.
Este barrio tan parecido a otros de clase trabajadora de España comenzó a mutar en 2013, cuando una iniciativa vecinal propuso convertir las puertas de los garajes, las fachadas y los hastiales en lienzos para el mejor arte urbano.
El festival ya cuenta este año doce ediciones y deja más de 200 obras de creadores reconocidos como Ricardo Cavolo, Catalina Medarde, Diego AS, Alice Pasquini y Felipe Piñuela, entre otros.
El artista invitado principal de 2023 es Iván Floro, el pintor de la icónica portada del disco “El Madrileño” de C. Tangana, que “aparca” para siempre en la calle Palacio Valdés una Honda CBR de grandes dimensiones con sus guiños al impresionismo y a la estética de los noventa.
Floro, de 29 años, lleva pintando desde primera hora del viernes con el mono negro con letras rosa fucsia de la asociación de vecinos ZOES, la hacedora de este hito cívico que es la transformación de un barrio en un punto de referencia de las visitas a Salamanca.
La sede de ZOES alberga decenas de actividades recreativas y culturales para los vecinos del barrio, entre los que se encuentran también numerosos estudiantes por su cercanía al campus, a la estación de autobuses y al centro.
Las calles de este extenso barrio obligan a pasear atento porque están pobladas de intervenciones artísticas: los lápices gigantes de Felipe Piñuela atraviesan la fachada de un colegio y otro tipo de vítores homenajean a las mujeres que luchan por sus derechos y a quienes cuidan “a personas dependientes sin ayuda”.
Encuentro intergeneracional
Las actividades que acompañan al Galería Urbana convocan a niños, jóvenes y mayores en las calles y plazas del barrio, porque ZOES tiene la vocación de mantener el tejido comunitario que siempre fue seña de identidad de barrios como este.
El arte urbano atrae mucho a los grupos de estudiantes extranjeros que abundan en la universitaria Salamanca. Una de los últimos fichajes de la asociación es Juliette Dupêcher, una joven Erasmus que el viernes organizó “El oeste teje”, un encuentro para compartir la tradición del ganchillo entre generaciones.
El Barrio del Oeste sufre una estacionalidad demográfica muy característica de Salamanca: ejerce de “dormitorio” de numerosos estudiantes durante el curso pero en junio comienza la estampida en coches y furgonetas que cargan maletas y mochilas que no volverán hasta septiembre.
Arte floral para reclamar un barrio más verde
El arte urbano convirtió los muros de este barrio otrora llenos de pintadas en objetivo de las cámaras de los móviles de cada vez más visitantes locales y foráneos.
Ahora ZOES busca hacer lo mismo con el arte floral: aprovechar el Galería Urbana para llenar la calle con estas creaciones como reclamo del barrio que desean, porque no está todo hecho: un barrio más verde, más amable para las personas, para caminar y para recorrerlo en bicicleta. EFE
