Roberto Jiménez | Valladolid (EFE).- En plena meseta meseta castellana, resguardada por el macizo de Ayllón, se encuentra la localidad segoviana de Riaza: tierra de esquileo, cuna de dulzaineros, estación invernal y, desde hace una década, santuario y lugar de peregrinación del country en España a través del Huercasa Festival.
“El rock o el country americanos, se llame como se llame, no deja de deja de ser una música para minorías. No tiene una posición en los grandes medios de comunicación de masas, no sale en las televisiones generalistas, pero sí cuenta con una legión de seguidores que se desplaza” allí donde hay una cita o concentración.
En el caso de Riaza, que ya se prepara para la octava edición del Huercasa Country Festival (14 y 15 de julio), primera sin restricciones tras una pandemia que canceló la cita de 2020: “No sólo vienen españoles sino aficionados de Suecia, Francia y Reino Unido, atraídos por su singularidad”, ha explicado el director del certamen, David Jiménez, en una entrevista con la Agencia EFE.
Miles de asistentes
Dos jornadas, dos escenarios (campo de fútbol y plaza mayor), 250.000 euros de presupuesto y unos 14.000 asistentes son algunas claves de este festival que cada año organiza Huercasa, una empresa hortofrutícula radicada en Sanchonuño (Segovia), para trasladar los valores de sus productos pero también del ámbito rural: “vida sana y respetuosa con el medio ambiente”, ha resumido.
“Somos intrépidos también la parte artística, nos gusta descubrir nuevos talentos, esa es otra de nuestras misiones porque tampoco queremos ser una fotocopia de otros festivales, tenemos muy marcada nuestra singularidad y características, de ahí la fidelidad que año tras año nos muestran los asistentes”, ha observado.

Inéditos en España
El cartel incluye este año a tres protagonistas que nunca han actuado en España: Jesse Daniel, Tennessee Jet y Robert Finley, quienes compartirán escenario, entre otros, con los españoles La Perra Blanco, de la Línea de la Concepción (Cádiz), y Red Beard, nombre artístico del canario Jaime Jiménez Fleitas.
Blues, country rock, southern rock o rock a secas son algunos de los matices festivales de un festival que genera “un gran impacto económico en la zona, con plazas hoteleras reservadas con mucha antelación, bares y restaurantes llenos…”, pese a lo cual el 90 por ciento del presupuesto está financiado con dinero privado.
Aportan también la Junta y la Diputación de Segovia, “pero en una proporción muy pequeña que nos gustaría fuera mayor por el impacto que generamos en la zona”, ha añadido el director y responsable de Golden of Heart, la empresa que promueve el Huercasa Country y que toma su nombre del título de una canción de Neil Young.

Más apoyo institucional
“No queremos depender de nadie porque entre nuestras reivindicaciones, además de la sostenibilidad medioabiental, figura la independencia, pero sí es verdad que echamos de menos más ayuda de instituciones públicas porque generamos riqueza en el entorno”, ha argumentado Jiménez.
Pese a todo, el director ha reiterado el interés de la organización de crecer en calidad más que en cantidad, en forma de “un evento cómodo para todos, con un buen cartel y aforo limitado”, de ahí que hayan rechazado ofertas para su traslado “a la periferia de Madrid, con más beneficios”, ha desvelado.
El impacto cultural es una prioridad por delante del económico: “Somos un ‘rara avis’ porque no nos interesa crecer en cantidad sino en calidad”, ha resumido.
Como en ediciones precedentes, el campo de fútbol de Riaza, una población con algo más de 2.000 habitantes, situada a 73 kilómetros de Segovia y 123 de Madrid, albergará los conciertos, mientras que su histórica plaza mayor acogerá clases magistrales y bailes colectivos en línea, con sombrero, jeans y botos tejanos. EFE