Valladolid, 11 ago (EFE).- El riesgo de pobreza y exclusión social entre los jóvenes de Castilla y León se ha elevado al 26,2 por ciento en 2022, un grupo poblacional que espera a los 30 años para emanciparse pues, con salarios inferiores a los 15.000 euros anuales netos, tienen que destinar hasta un 60 por ciento de su dinero al alquiler de una vivienda libre.
El informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud correspondiente al segundo semestre de 2022, publicado este viernes, muestra que en Castilla y León se ha empezado a recuperar “de manera muy suave” la emancipación residencial de los jóvenes, aunque “sin alcanzar las cotas anteriores a 2020”.

Así, en el segundo semestre del pasado año el 15,3 por ciento de los jóvenes entre 16 y 29 años de la comunidad residía fuera del hogar familiar, un porcentaje que supera el 60 por ciento a partir de los 30 años, lo que indica un retraso en la emancipación, que el Consejo de la Juventud atribuye a razones económicas y laborales.
La tasa de paro entre los más jóvenes se sitúa en torno al 20 por ciento, un dato mejor que el de 2021, y baja al 10 por ciento a partir de los 30 años, pero la temporalidad, la jornada parcial y trabajar un número insuficiente de horas marcan tendencia entre este grupo poblacional.
De este modo, Castilla y León fue la tercera comunidad autónoma con menos personas jóvenes trabajando a tiempo completo, pues el 35 por ciento de los jóvenes entre 16 y 29 años trabaja a jornada parcial, y casi la mitad no lo hace de manera voluntaria.
Además, más del 45 por ciento trabaja un número insuficiente de horas y el 50 por ciento tiene estudios superiores pero trabaja en un puesto para el que está sobrecualificado, también entre los mayores de 30 años (en este caso, en un 40 por ciento de las ocasiones).

La temporalidad supera el 40 por ciento entre los jóvenes de 16 a 29 años, y se queda en el 20 por ciento entre los de más de 30, que ya disfrutan de una jornada completa (el 75 por ciento), si bien el informe del Consejo de la Juventud muestra que la temporalidad ha caído, de modo que el trabajo indefinido ha pasado del 10 al 35 por ciento.
Pobreza, escasos salarios y caras viviendas
El Observatorio de Emancipación recoge que el riesgo de pobreza y exclusión entre los más jóvenes de Castilla y León ha crecido en el segundo semestre de 2022, al pasar del 25,8 por ciento de 2021 al 26,2 por ciento, y destaca que ese crecimiento se dio sobre todo entre los que están trabajando.
En la comunidad solo el 15,2 por ciento de los jóvenes viven fuera de su hogar, y el 45 por ciento lo hace en una vivienda alquilada, a la que tiene que destinar casi el 60 por ciento de sus ingresos.
En el caso de la compra de vivienda, a los jóvenes les supone en torno al 30 por ciento de sus ingresos, que se sitúan en poco más de 10.000 euros netos al año, para el grupo de 16 a 29 años, y en torno a los 15.000 para los más de 30 años, con unos ingresos netos por hogar joven de 25.000.