María Rosado | Valladolid, (EFE).- Concha, de 76 años, acaba de instalar Telegram en su teléfono, mientras Mercedes, Manuel y Narciso están inmersos en un podcast y en otra sala varios mayores se acercan en un taller de tecnología social a eso de comprar por internet o el streaming. Otra de las plantas esconde un hogar totalmente domotizado en el que la ropa casi se plancha sola y el mayor puede viajar sin salir de casa.
Son solo algunos de los servicios del centro de innovación social y digital Innoveas que Cruz Roja ha inaugurado este martes en Valladolid para promover la tecnología humanitaria, la tecnología para las personas, para los más vulnerables, ante una transformación digital imparable que debe generar derechos para todos, en palabras de su presidenta en Castilla y León, Rosa Urbón.
“Alexa qué es la zona Conecta”
El centro ocupa varias plantas que miran al río Pisuerga en una céntrica plaza de Valladolid, donde de la mano del servicio de voz Alexa se abre un abanico de posibilidades para sus usuarios, desde la zona conecta, al rincón de música, donde conviven un gramófono Imperator con los más modernos reproductores, y donde con solo pedirlo las persianas que cubren las ventanas bajan y suben para ver el fluir del agua y la niebla que hoy rodeaba la ciudad.
El centro Innoveas esconde un taller de radio y otro de televisión desde el que los mayores se adentran en las nuevas tecnologías. Ese martes Mercedes, Narciso y Manuel han hecho un podcast que ha tenido como protagonistas a la presidenta de Cruz Roja en la Comunidad, Rosa Urbón, y a la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.
¿Qué aporta Innnoveas a Castilla y León?, le ha preguntado Narciso a la consejera, que ha respondido que se trata de un espacio colaborativo, un punto de encuentro de apuesta por las nuevas tecnologías y la innnovación; de apuesta por la tecnología que ayuda a las personas, ha completado Urbón.
Recortando la brecha digital
En otro espacio central varios mayores están instalando aplicaciones en sus teléfonos, como Concha, que es zamorana y que usa internet para saber cosas de su pueblo, Cañizal, o para ver “Saber y Ganar”.
La consejera de Familia ha sugerido que se apunten al Club de los 60 y sigan las novedades que se ofrecen, y ha dejado caer que el programa de viajes tendrá este año alguna novedad interesante.
Otra puerta se abre, y un grupo de mayores están siguiendo un taller de acercamiento a la tecnología social y ven cómo ha cambiado la forma de comprar o de comunicarse.
El hogar domótico ideal
Al espacio se accede a ras de calle con dos plantas más por debajo hasta casi nivel del río, con una última que esconde el que debería ser el hogar del futuro, ese que ha sumado todas las innovaciones ideadas y detecta si hay una fuga de agua, conecta con Cruz Roja si hay algo raro, anota sólo con pedirlo lo que tienes que comprar, o tiene una encimera que se adapta a la altura de cada usuario.
Alexa apaga y enciende la luz de los distintos espacios que además esconden una secadora planchadora de ropa que casi lo hace todo sola o la Plaza Innoveas desde la que se puede viajar sin moverse con unas gafas de realidad virtual.
Viajando a un campo de refugiados de Siria sin moverse
La consejera ha viajado a un campo de refugiados en Siria donde una familia le ha contado su día a día.
Se trata de un hogar simulado, con mobiliario adaptado y con soluciones tecnológicas para que las personas mayores puedan ver esas soluciones tecnológicas, lo que puede ayudar esas soluciones tecnológicas en su vida diaria.
Y también para que sean conocidas por sus familias, por los profesionales del sector, por los prescriptores de servicios, por los cuidadores, las personas cuidadoras, ha explicado Urbón.
También espacio de innovación para empresas
También se plantea el centro como un espacio pensado para las empresas, organismos de investigación, startup y universidades que trabajan en la innovación social para que se promueva el uso de la tecnología humanitaria y colaboren con Innoveas en el desarrollo de nuevos servicios asistenciales, ha referido la presidenta autonómica de Cruz Roja.
El centro ha contado con una ayuda de 500.000 euros con cargo a los fondos de nueva generación de la UE, dentro de la participación que la Consejería de Familia abrió al tercer sector para plantear proyectos, a los que se destinaron el 10% de la cuantía, con 15 millones de euros en total.
Y con cargo a fondos de nueva generación
En “Castilla y León los fondos europeos sí llegan y facilitan la vida a la gente”, ha defendido Blanco, que se ha referido a otro proyecto de Cruz Roja financiado con esas ayudas de la UE, unas furgonetas, como las americanas en las que se venden los perritos, con una por provincia para ayudar a las personas sobre todo las que están en situación de dependencia y vulnerabilidad. EFE
