Un buque de carga cruza el mar Rojo a la altura de la provincia de Hodeidah, en Yemen, el pasado 5 de diciembre. EFE/EPA/YAHYA ARHAB

¿Por qué es tan importante la ruta comercial del mar Rojo?

Guillermo Ximenis |

Madrid (EFE).- Los ataques a buques comerciales en el mar Rojo, que han llevado a algunas de las principales navieras globales a suspender sus operaciones en la zona, ponen en jaque a la cadena de suministros global y amenazan con impactar a países importadores de petróleo y gas como España.

La principal firma mundial de transporte de mercancías por capacidad de carga, Mediterranean Shipping Company (MSC), ha vetado temporalmente el paso de sus buques por el corredor marítimo que une Asia y Europa a través del canal de Suez.

Es una medida que han replicado este lunes la petrolera BP y las navieras chinas COSCO, OOCL y Evergreen Marine.

Este martes, el grupo danés Maersk, la compañía de transporte marítimo más grande del mundo, anunció que desviará sus buques a la ruta que rodea el continente africano a través del Cabo de Buena Esperanza.

La francesa CMA y la alemana Hapag-Lloyd han adoptado la misma decisión.

Sin embargo, estas rutas opcionales conllevan travesías de más duración, de hasta 10 días de hecho, siempre y cuando el puerto de origen se encuentre en el Golfo. Si los buques parten de puertos asiáticos, el viaje será más largo.

Esta búsqueda de rutas alternativas, y la que atraviesa el Cabo de Buena Esperanza es una de ellas, es consecuencia de los ataques con drones y misiles que llevan días haciendo tropas rebeldes hutíes, procedentes de Yemen, aliados de Irán. El trasfondo de la ofensiva es el despliegue militar de Israel en Gaza.

Miembros de tribus armadas leales a los hutíes asisten a una reunión en apoyo de los ataques de los hutíes contra Israe
Miembros de tribus armadas leales a los hutíes en Saná, Yemen, el pasado 23 de noviembre. EFE/EPA/YAHYA ARHAB

La marina británica, de hecho, alertó este lunes de dos nuevos incidentes frente a las costas yemeníes, mientras que la noruega Iventro Chemical Tankers ha comunicado una agresión contra uno de sus buques cisterna.

El mar Rojo: una ruta comercial crucial

Por el mar Rojo pasa en torno al 12 % del suministro de crudo mundial y el 8 % del gas natural licuado (GNL) transportado por vía marítima, por lo que la interrupción del paso de buques supone un trastorno para países importadores de energía.

Es el caso de España, que el año pasado importó cerca de un 5 % del gas desde Catar, según explica a EFE Gonzalo Escribano, director del programa de Energía y Cambio Climático del Instituto Elcano.

La situación preocupa asimismo al resto de países europeos que en los últimos años han hecho esfuerzos por sustituir a Rusia por otros proveedores de gas, y reaviva además el temor a una crisis en el comercio global.

“A no ser que se haga algo para asegurar la ruta (del mar Rojo) frente a las interrupciones de los hutíes, podríamos ver un repunte de los costes que podría pesar sobre la recuperación global en 2024”, apunta igualmente a EFE Michael Hewson, analista de la consultora CMC Markets.

Las tarifas del flete marítimo (el coste que se abona por el transporte de mercancías) han subido ya entre un 30 % y un 40 % a raíz de los problemas en el mar Rojo, resalta Escribano, que recalca que algunas navieras pueden tener ya problemas para encontrar buques capaces de asumir la larga ruta que rodea África hasta Europa.

Conflicto geopolítico

Los expertos subrayan las diferencias entre la actual crisis y el bloqueo que sufrió el canal de Suez en 2021, cuando el portacontenedores Ever Given atascó el paso marítimo durante varios días.

Así, Escribano afirma que el “estrés logístico” es en esta ocasión menor, porque la navegación no está completamente cerrada, pese a los problemas de seguridad, y potencias como China, Estados Unidos o Reino Unido pueden aplicar estrategias de “disuasión y vigilancia” para tratar de minimizar las amenazas de seguridad.

Al mismo tiempo, el “think tank” Foreign Policy Research Institute considera que “es poco probable que los ataques cesen” a corto plazo y que “podrían de hecho escalar aún más, mientras la campaña de Israel (sobre Gaza) continúe”.

Nicholas Brumfield, investigador del centro estadounidense, sostiene en un informe que la intensificación de la campaña de agresiones de los hutíes es una respuesta a los ataques isralíes sobre la Franja y que, al contrario que Hizbulá e Irán, los rebeldes yemeníes pueden estar interesados en una extensión regional del conflicto.