Salamanca (EFE).- El tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad y la vida sedentaria son los factores principales que una persona debe atajar para prevenir el cáncer, una enfermedad que aumenta en incidencia pero también en supervivencia, explica en entrevista con EFE Sandra Blanco, investigadora principal del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
“La incidencia del cáncer en el mundo aumenta porque crece la población envejecida, por el incremento de la obesidad y el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol. Si cumplimos con unos hábitos saludables, en general viviremos mejor y prevendremos muchas dolencias”, indica la científica, especializada en investigación fundamental, es decir, la que permite conocer cómo funciona la enfermedad.
Una de las primeras acciones para prevenir el cáncer que los expertos recomiendan incluir en la vida diaria es el ejercicio físico, algo que puede cumplirse con 30 minutos al día, según el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2024’, publicado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) esta semana con motivo del Día Mundial contra el Cáncer este domingo 4 de febrero.
Ejercicio físico
El ejercicio físico puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer, precisa ese estudio.
“Puede reducir el riesgo de muchos cánceres, pero no sólo es importante para la prevención, sino que mejora también la respuesta a los tratamientos y que no haya recaídas, así como la percepción de salud del paciente, y disminuye la depresión y la fatiga”, explica Blanco.
La investigadora recuerda que el sedentarismo y la obesidad han aumentado entre la población adulta, pero también son un reto en la población infantil, con los cambios de estilo de vida y las horas sin movimiento dedicadas a los dispositivos electrónicos.
“Falta conciencia sobre el alcohol como factor de riesgo”
La conciencia sobre el tabaco como factor de riesgo de cáncer está “mucho más extendida” que la del consumo de alcohol, incluso ocasional, alerta la científica, que lo atribuye al “arraigo social” que tiene ese hábito, a pesar de que se trata de una sustancia “muy tóxica”.
“El consumo de alcohol, alto y bajo, está asociado a mayor riesgo de cáncer. Tiene que haber un cambio de mentalidad, igual que se ha ido rompiendo la barrera con el tabaco, respecto al que ya sabemos que fumar poco o mucho es un gran riesgo”, explica.
La SEOM advierte al respecto: no existe un nivel seguro de consumo de alcohol, ya que el riesgo de cáncer aumenta incluso con consumos bajos, a lo que se suma el efecto “sinérgico” que se produce con el hábito del tabaco, lo que multiplica hasta por 30 el riesgo de ciertos tumores.
Más programas de cribado para aumentar la supervivencia
La estimación oficial es que el número de cánceres diagnosticados en España durante 2024 alcance los 286.664 casos, lo que supone un ligero incremento del 2,6% respecto al año anterior.
La investigadora Sandra Blanco hace hincapié en que aumenta la incidencia, pero también la supervivencia, gracias a los nuevos tratamientos y a una mayor implantación de los cribados.
“Es muy importante la financiación para que podamos seguir desarrollando métodos para detectar de la enfermedad con tiempo, para que no se desarrolle, así como nuevas terapias que sean más eficaces y personalizadas al paciente”, indica.
Y concluye: “Es clave que haya buenos programas de cribado y que cada uno de nosotros seamos responsables a la hora de cumplir esas campañas, y acudir al médico cuando nos corresponde o si se sospecha que ocurre algo raro”. EFE
