Los cómicos Joaquín Reyes (i) y Arturo Valls, antes de la charla de cierre del VII Foro de la Cultura, titulado 'Perdonen que me ría' EFE/Fernando Sanz

Joaquín Reyes no cree que en los 80 hubiera más libertad que ahora para hacer humor

Valladolid, (EFE).- El cómico Joaquín Reyes ha asegurado este domingo que “no es verdad” la idea de que había más libertad en los años 80 que en la actualidad para hacer humor, y ha sostenido que se puede hacer humor de todo, lo importante “es el enfoque” y contar con la complicidad de los colectivos implicados en esos chistes.


“Te tienes que hacer responsable de tus bromas y esos paraísos perdidos de los que dicen que en los 80 había más libertad no es verdad”, ha afirmado en declaraciones a los periodistas minutos antes de ofrecer la charla ‘Quien ríe el último’ junto al también comediante Arturo Valls, que ha cerrado la séptima edición del Foro de la Cultura que se ha celebrado este fin de semana en el Teatro Calderón de Valladolid.

El cómico Javier Cansado (c) y de la guionista Helena Pozuelo (d), que participan en la charla ‘No lo pillo’ moderada por la comisaria Mery Cuesta (i) en el VII Foro de la Cultura. EFE/Fernando Sanz


Reyes ha recordado sus inicios en la televisión cuando directamente le prohibían bromear sobre la monarquía o la religión y ha rechazado la cultura de la cancelación, que ha definido como un “tole-tole”, ya que a su juicio lo que “existe es la mala prensa” y que llegan más las críticas a través de las redes sociales.


“Hay compañeros que dicen que no se puede hacer humor de nada, pero la verdad es que están haciendo humor. ¿Cómo se conjuga eso? ¿Si no se pudiera hacer humor de nada no tendrías éxito?”, ha reflexionado, para cuestionar aquellos profesionales que dicen que están siendo censurados cuando “estás trabajando y eres gente en condiciones de privilegio”.


Valls: las bromas ingeniosas y buenas y no para tocar las narices porque sí


Arturo Valls ha compartido que no está de acuerdo con el discurso de que “es que ahora no te puedes reír de nada” y cuestionado la necesidad de hacer chistes sobre colectivos como el LGTBI o las personas con discapacidad, porque “el contexto es muy importante” y es necesario conocer a quién se dirige, dónde y sobre quién gira el humor.


“Hay ciertas cosas de las que no conviene hacer chistes y en el caso de hacerlos, que sean buenos chistes, que contribuyan a entender el conflicto, que pongan en valor la diversidad o que sirvan para tomar perspectiva”, ha sostenido a preguntas de los periodistas.


Las bromas deben ser “ingeniosas y buenas” y su objetivo no debe ser “tocar las narices y porque sí”, ha resumido.


Preguntado por el sector de la comedia en España, Valls ha afirmado que está en “buen forma” y que “cada vez hay mejor cómicos de stand-up’, pero ha echado en falta que la ficción apueste más por el “humor de nicho” – absurdo, negro o surrealista -.
Valls ha trasladado que le gustaría ver más humor autoral, personal y minoritario.


Risas en familia


Por su parte, el humorista Javier Cansado ha aclarado que no ejerce de humorista fuera del trabajo y ha explicado que se nutre de “aspectos sociales y personajes un poco diferentes que no están en la familia”.

Una confesión en la que no ha coincidido su hija, la guionista Helena Pozuelo, con la que ha compartido conversación este domingo Valladolid en la charla ‘No lo pillo’.


“Entrar en la habitación, decir ‘Hola Elena, yo te vi nacer e irte’, yo creo que es humor”, ha asegurado Pozuelo, que ha destacado que en la casa familiar “siempre hay buen rollo” y que su padre “sí es divertido”, aunque él ha insistido en que no es así, porque ejerce “de persona exigente” aunque él provenga de una familia en la que “siempre estaban de cachondeo”.


La moderadora del encuentro, la comisaria de arte Mery Cuesta, ha afirmado que las risa en la familia “es la quintaesencia esencia del humor”, porque “son códigos compartidos en un contexto muy pequeño y es muy especial”, que a la larga se convierten en un “tesorito y algo muy puro”.


Cansado, sin embargo, ha señalado que ese humor tan cercano “tiene más que ver con el magma familiar” ya que se alimenta de “referencias muy cercanas que fuera de ahí no tienen ningún sentido”, aunque ha concedido que cuando “vives ese ambiente un poco pizpireto, luego se transforma en tu vida”.


Otro ambiente familiar es el de la sala de guion donde Helena Pozuelo desarrolla su labor profesional, ya que aunque cada uno “esté trabajando en sus cosas” y es un espacio donde “te puedes reír conjuntamente, es algo en grupo”, ha explicado minutos antes de comenzar la charla.


El miedo, protagonista de la VIII edición


El director del Foro de la Cultura, Óscar Blanco, ha valorado el éxito de este séptima edición – que ha contado con más de 13.000 espectadores y 40 ponentes nacionales e internacionales, con encuentros y charlas repartidos en varias sede de Valladolid y Madrid – y ha adelantado que el próximo el tema que se explorará será el miedo.


Por su parte, Joaquín Reyes, que además de participar en su faceta de cómico también ha actuado como comisario, ha valorado la afluencia de público “muy variopinto y heterogéneo” con las salas “prácticamente llenas” en cada diálogo y que se marcha de Valladolid con la conclusión de que “para los profesionales de la comedia es muy difícil hablar del humor”.


“Es curioso, eran más certeros los científicos que nosotros, pero el humor es un tema que interesa y se valora mucho y me voy muy contento”, ha reconocido en declaraciones a los periodistas. EFE.