Burgos, 14 abr (EFE).- El Centro de Interpretación del Campo de Concentración de Miranda de Ebro (Burgos), el último que se cerró en España en enero de 1947 y por el que pasaron más de 65.000 prisioneros, se ha ampliado con una réplica de la entrada al campo, plantas artificiales incluidas, material documental y donaciones de objetos.
La alcaldesa de la ciudad, Aitana Hernando (PSOE), ha presidido la inauguración de la ampliación, que ha supuesto incorporar una sala anexa al espacio ya destinado a centro de interpretación en el Centro Cívico Raimundo Porres, junto con una reorganización de la parte expositiva y la inclusión de nuevos materiales.
A la maqueta del campo de concentración, el barracón recreado y las vitrinas en las que se exponen documentos, libros y objetos donados se ha unido una reconstrucción de la entrada original, que incluye plantas artificiales iguales que las que había en su momento, ha explicado a EFE la concejala de Memoria Democrática, Begoña González.
En el techo se han colocado las banderas de todos los países con ciudadanos prisioneros, pues durante la década que estuvo abierto, entre 1937 y 1947, pasaron más de 65.000 prisioneros, de más de 60 nacionalidades distintas. Una historia que también se cuenta en el centro de interpretación, a través de paneles que reflejan las tres etapas de vivió.
Entre 1937 y 1940, durante la Guerra Civil española, albergó a prisioneros republicanos, pero con la II Guerra Mundial pasaron a ser prisioneros del bando aliado y de las Brigadas Internacionales, entre 1940 y 1944; y al concluir la contienda, soldados alemanes, colaboracionistas y prisioneros alemanes, hasta que se clausuró el 13 de enero de 1947.
Con la ampliación también se han incluido nuevos elementos expositivos, como las estructuras de los camastros del campo de concentración, ha explicado González, y se ha reorganizado el resto del espacio, que cuenta con una zona reservada para proyecciones y visionado de documentos.
Un recorrido por la historia
El Centro de Interpretación, que se ubica en la planta baja del Centro Cívico Raimundo Porres y en cuyo acceso se ha inaugurado también un mural conmemorativo en homenaje a los prisioneros, permite realizar un recorrido por la historia del campo a través de documentos originales, objetos reales, archivos gráficos y sonoros y recreaciones de espacios.
La concejala de Memoria Democrática ha recordado que en la sala principal se encuentra una figuración de la alambrada que rodeaba el campo, junto con la maqueta, tres reproducciones de las garitas de vigilancia y figuras representativas de un preso y un soldado en tamaño natural.
También se recrea uno de los barracones y en las vitrinas se pueden observar expedientes personales de los prisioneros, documentos sobre el día a día en el campo, fotografías y material cedido o reproducido de archivos. Y objetos realizados pro los prisioneros, como la caja de un reloj o un juego de ajedrez.
Ofrenda floral y homenaje a las víctimas
La inauguración de la ampliación del Centro de Interpretación, a la que han asistido también la diputada por Burgos, Esther Peña (y portavoz del PSOE) y el senador Ander Gil, se ha completado con una ofrenda floral a las víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo en el Parque Emiliano Bajo, dedicado al alcalde de Miranda represaliado en 1936.
Además, en el aniversario de la II República se ha leído un manifiesto en defensa del régimen democrático al que puso fin un golpe de Estado, que dio paso a la Guerra Civil y, con ella, a la dictadura franquista, “una manifestación pacífica de una sociedad que quiso vivir el sueño de la democracia y que lo consiguió en las urnas”, roto por “la barbarie y la sinrazón”.
“La II República defendía la necesidad de recuperar la dignidad de una acción política basada en la radicalidad democrática, en los principios republicanos de igualdad, libertad, fraternidad y laicidad, cuyo mayor logro fue la defensa de un sistema que garantizaba la libertad de pensamiento y dio derechos como la libertad de asociación, opinión, manifestación y prensa”, han recordado.
