Colectivos sociales, partidos políticos y organizaciones sindicales de Extremadura y Castilla y León apoyan una concentración por la reapertura del Tren Ruta de la Plata en el tramo entre Plasencia (Cáceres) y Astorga (León) cerrado al tráfico de viajeros hace cuatro décadas. EFE/Mariam A. Montesinos

Cinco provincias reclaman en Zamora que se reabra tras 4 décadas el Tren Ruta de la Plata

Zamora, 25 may (EFE).- Cientos de personas, unas quinientas al inicio de la movilización, procedentes de cinco provincias de Castilla y León y Extremadura por las que pasa el trazado del Tren Ruta de la Plata han ocupado este mediodía la Plaza Mayor de Zamora para reclamar la reapertura del tramo de esa infraestructura viaria cerrado hace cuatro décadas entre Plasencia (Cáceres) y Astorga (León).

La movilización, apoyada por colectivos sociales, plataformas ferroviarias y todos los partidos políticos con representación en las instituciones zamoranas, ha reclamado un tren que permitiría vertebrar el oeste español y abrir un corredor de transporte de mercancías de norte a sur sin tener que pasar por Madrid, según han puesto de relieve los convocantes.

Colectivos sociales, partidos políticos y organizaciones sindicales de Extremadura y Castilla y León apoyan una concentración por la reapertura del Tren Ruta de la Plata en el tramo entre Plasencia (Cáceres) y Astorga (León) cerrado al tráfico de viajeros hace cuatro décadas. EFE/Mariam A. Montesinos

Un tren Ruta de la Plata para mercancías y viajeros sin pasar por Madrid


Reabrir el tramo de 350 kilómetros cerrado con una vía electrificada permitiría conectar los puertos de Andalucía con los de Asturias y Galicia para el transporte de mercancías sin tener que pasar por Madrid, además de facilitar el flujo de viajeros por ese corredor ferroviario.

Entre los cargos institucionales que se han dado cita en la concentración ha habido representación autonómica, como la del consejero de Infraestructuras, Transportes y Vivienda de la Junta de Extremadura, Manuel Martín, que ha subrayado que reabrir el tramo cerrado supone “saldar una deuda histórica”, por lo que debe abrirse antes de 2040, como plazo “más que razonable”.

Un eje para luchar contra la despoblación


Igualmente, la consejera de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, María González, ha mostrado el apoyo del Gobierno autonómico castellanoleonés a la reapertura por ser “un eje vertebrador” que permite “dar vitalidad y movilidad” al eje de transporte de mercancías y de viajeros “desde Gijón hasta Sevilla”.

Además, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido (IU), ha reivindicado que no todo sean los ejes centrales de España y haya también rutas periféricas como la de la Plata o el corredor del Mediterráneo, que son “esenciales” y constituyen “un factor económico de primera línea, de lucha contra la despoblación y de modernidad”.

Del mismo modo, el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez (PP), ha pedido “un horizonte creíble de tiempo” para la reapertura de ese corredor ferroviario, ya que el estudio de viabilidad impulsado por el Gobierno de España baraja como plazo el año 2050 mientras que el presidente de la Corporación provincial de Salamanca, Javier Iglesias (PP), ha señalado que se trata de una reivindicación “justa y digna”.

El oeste de España

Entre los colectivos empresariales que han apoyado la protesta ha figurado la Cámara de Comercio e Industria de Zamora, cuyo presidente, Enrique Oliveira, ha recordado que esa infraestructura es “imprescindible” para el desarrollo del oeste español.

La protesta ha contado con vecinos de las provincias de Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora y León llegados en autobuses fletados para la movilización.

Previamente se ha desarrollado una mesa redonda sobre esta infraestructura ferroviaria en la que entre los ponentes ha figurado el experto del Grupo Estratégico Ferroviario Plasencia-Astorga 3.0, Marco Antonio Macía, que ha asegurado a EFE que para la reapertura se podría aprovechar el 90 % del trazado de la línea ferroviaria cerrado al tráfico de viajeros en 1985.

Eso y el reaprovechamiento de traviesas permitiría reducir el coste de la infraestructura, que podría rondar los 2.250 millones de euros, una cantidad que sólo es como una vez y media lo que se calcula que costará el soterramiento del tren en la ciudad de Valladolid. EFE