El deportista vallisoletano Fran López, durante una de las pruebas de cuadriatlón, en el segmento correspondiente a piragüismo. Fran López ha vuelto a superarse a sí mismo, tras lograr el subcampeonato en la Copa del Mundo de Cuadriatlón, disputada en Seyssel (Francia). EFE/ Inés Morencia

Fran López, un cuadriatleta y enfermero de Emergencias que sigue retándose a los 49 años

Inés Morencia | Valladolid (EFE).- Fran López ha vuelto a superarse a sí mismo, tras lograr el subcampeonato en la Copa del Mundo de Cuadriatlón, disputada en Seyssel (Francia), lo que ha supuesto seguir mejorando sus resultados y aspirar, a sus 49 años, a conseguir la medalla de oro en una de las pruebas de las Series Mundiales.

El deportista vallisoletano trabaja como enfermero en la Unidad de Emergencias de Segovia y el cuadriatlón, desde que comenzara a competir en 2015, se ha convertido en una afición que disfruta con pasión, y con una entrega a prueba de bombas.

Empezó participando en pruebas de atletismo y piragüismo, a veces mezcladas -piragua-cross-, pero cuando se inició en el cuadriatlón, tuvo claro que era la modalidad en la que quería competir, porque le permitía también añadir la bicicleta a su rutina de entrenamientos para ser un deportista más completo.

El deportista vallisoletano Fran López, durante una de las pruebas de cuadriatlón, en el segmento correspondiente a ciclismo. Fran López ha vuelto a superarse a sí mismo, tras lograr el subcampeonato en la Copa del Mundo de Cuadriatlón, disputada en Seyssel (Francia). EFE/ Inés Morencia

Cuatro disciplinas

El cuadriatlón combina carrera a pie, piragüismo, ciclismo y natación, es decir, dos disciplinas en el agua y otras dos en tierra, lo que hace de esta modalidad un todo que engancha, ya que obliga a trabajar en diferentes espacios naturales y permite alcanzar una armonía y equilibrio muscular difícil de obtener con otros deportes.

El enfoque multidisciplinar no es lo único que se puede destacar del cuadriatlón. De hecho, el compañerismo, el respeto hacia los rivales, el contacto con la naturaleza y la capacidad de sacrificio que implica para los que lo practican, tienen un valor determinante.

Porque, al tratarse de una modalidad del triatlón poco conocida, no resulta asequible participar en alguna de las Series Mundiales que conforman su calendario, sobre todo, desde el punto de vista económico, ya que no hay ayudas para este deporte, al no ser olímpico.

Autogestión

Cada uno se paga los desplazamientos a países como Hungría, Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia o República Checa, y el material que se utiliza en cada prueba -neopreno, kayak, bicicleta, zapatillas, etc-, lo que no está al alcance de cualquiera.

En el caso de Fran López, cuenta con algunos patrocinadores y colaboradores que le permiten ahorrarse unos euros en material deportivo, pero lo más costoso son los viajes, que suele realizar en un vehículo ‘camperizado’, para poder realizar las paradas que necesite, sin horarios.

El último desplazamiento le llevó hasta Seyssel (Francia), donde obtuvo la medalla de plata en la Copa del Mundo, mejorando así el bronce logrado en el Campeonato de Europa el año anterior, en el Reino Unido, y en la Copa del Mundo, en Hungría.

Palmarés

En su palmarés consta un bronce en el Campeonato de España en su grupo de edad en 2016 y subcampeón por equipos; un oro en su grupo de edad y cuarto absoluto en la Copa de España en 2017; tercero en su grupo de edad y séptimo absoluto en 2018, en Azores; o el subcampeonato de Europa en 2022, entre otros.

Por tanto, su próximo objetivo es conseguir el oro en la siguiente prueba en la que participe, ya el próximo año, y para ello seguirá tratando de progresar en el segmento donde es «más débil», la bicicleta, haciendo los 120 kilómetros que separan Segovia de Valladolid, al regresar de su trabajo, sobre las dos ruedas.

Retos

Su principal rival es él mismo, tal y como reconoció en una entrevista con Efe, y no se cansa de seguir poniéndose retos en esta disciplina, porque además es consciente de que, cada año, el nivel de los cuadriatletas crece, y es más difícil obtener un triunfo.

Sus hermanos le entienden, puesto que también practican triatlón, pero su mujer y su hijo piensan que «está loco», aunque le apoyan en esa «locura», porque saben que es una pasión que le alimenta y que le permite estar en forma física y mentalmente.

Compatibilizar el trabajo, con guardias que muchas veces coinciden con las pruebas deportivas, y la familia, no es sencillo, pero lleva ya diez años compitiendo en cuadriatlón y espera seguir hasta que el cuerpo aguante. Al menos, hasta que consiga ese ansiado oro. EFE