Valladolid (EFE).- Las personas con problemas de salud mental grave se enfrentan a un envejecimiento acelerado y desigual, marcado por la soledad y el aislamiento, con un acceso insuficiente a recursos especializados y un fuerte estigma social que requiere de un modelo de atención integral y comunitaria.
Así lo recoge el estudio «Atención integral a las personas con problemas de salud mental que envejecen en Castilla y León» elaborado por la Federación de Salud Mental de esa autonomía y presentado este miércoles en rueda de prensa, que incide en la coordinación sociosanitaria, la formación especializada, el apoyo comunitario y las redes sociales como vías para evitar el aislamiento, la soledad no deseada y una institucionalización prematura de esas personas.

Longevidad como éxito
El estudio se presenta en una de las comunidades más envejecidas de España, con la longevidad vista como «un éxito, no como un problema», según ha trasladado el presidente del Consejo Económico y Social (CES) autonómico, Enrique Cabero, en la presentación del informe, que ha considerado necesario en cuanto entra en un tema nuevo que requiere medidas y respuestas.
En Castilla y León hay más de 30.000 personas con discapacidad por algún problema de salud mental, de las que el 77% tiene más de 45 años, la edad de la que ha partido ese estudio dado que las personas con enfermedad mental tienen una esperanza de vida significativamente más corta, ha recordado el gerente de la Federación Salud Mental, Ángel Lozano.
En concreto, el estudio se ha realizado con 328 personas mayores de 45 años con problemas de salud mental, que ha arrojado ese envejecimiento biológico temprano y una prevalencia de enfermedades crónicas, con especial incidencia en mujeres.
Con sus familias
El estudio también recoge que cerca del 90 por ciento de esas personas viven aún con sus familias, también con muchos casos de progenitores de edad avanzada, lo que introduce el tema del cuidado de los cuidadores, ha explicado Lozano.
Hay casos de cuidados recíprocos, con un rol de cuidados que recae en las mujeres, lo que requiere trabajar para cuidar al cuidador, mantener la red social de apoyo y ofrecer recursos y servicios de apoyo como los asistentes personales, ha incidido el gerente de la Fundación Salud Mental de Castilla y León.
El estudio refleja además que hay un alto porcentaje de mayores con problemas de salud mental que viven solos y como propuestas de acción plantea un modelo de atención integral y comunitaria con enfoque biopsicososcial y de derechos.
También el desarrollo de servicios de asistencia personal, la promoción de programas de envejecimiento activo y un refuerzo de la coordinación sociosanitaria en zonas rurales, y atención específica a las mujeres mayores con trastorno mental grave.
Hay que tener en cuenta, además, el efecto que tienen los tratamiento farmacológicos de esas patologías, y que esas personas con problemas de salud mental presentan una alta prevalencia de enfermedades crónicas y de salud física, con colesterol, hipertensión u obesidad; bajo nivel de actividad física o alto consumo de tabaco, ha añadido Lozano.
Por ello, ha incidido en ese modelo de atención integral y equitativo, centrado en la dignidad de las personas. EFE