Zamora (EFE).- La Diócesis de Zamora ha cerrado al culto una iglesia parroquial de la ciudad, la de San Benito, que data de los años sesenta del siglo pasado, por el peligro de derrumbe que se ha detectado tras una inspección técnica realizada en ese templo de la zona de Peña Trevinca de la capital zamorana.
En concreto, el Obispado de Zamora ha justificado el cierre porque la inspección ha constatado «una patología estructural significativa que compromete la estabilidad de la cubierta, de modo que no puede garantizarse la seguridad estructural del templo en su estado actual, existiendo un riesgo objetivo para los usuarios», ha explicado en un comunicado.
De urgencia
Ante ese informe conocido en la última semana, se reunieron con carácter urgente una comisión diocesana integrada por el párroco de San Benito, el gerente-ecónomo de la Diócesis, el delegado episcopal de Cultura, Patrimonio y Sociedad, el vicario general, el arquitecto diocesano y el obispo de Zamora.
En esa reunión se acordó clausurar temporalmente el templo parroquial y trasladar el culto y la vida pastoral a una capilla anexa que no está afectada por los problemas estructurales ni corre riesgo, a la que se accede por un lateral.
La Diócesis de Zamora también ha acordado iniciar «de inmediato» un estudio más detallado que permita definir «con rigor» las posibles actuaciones a acometer y valorar la viabilidad de la reapertura en un futuro.
La iglesia parroquial de San Benito está vinculada a la presencia benedictina en Zamora y se construyó según un proyecto de 1967 del arquitecto Alfonso Crespo con materiales caracterizados «por su sencillez y modestia», según ha apuntado el experto en historia y arquitectura Rafael Ángel García Lozano.
El templo se concluyó en 1969 y sus cerramientos y la tabiquería interior eran «de fábrica de ladrillo», mientras que la cubierta adoptó teja plana sobre forjado cerámico formado por bovedillas que descansa sobre una estructura metálica, según precisó García Lozano en un artículo de 2021 del que se ha hecho eco ahora el Obispado de Zamora.
La iglesia pasó diez años después de inaugurarse a ser de la Diócesis de Zamora al trasladarse la comunidad benedictina a otro lugar y en el año 1987 pasó a ser sede parroquial.
Desde el Obispado de Zamora se ha justificado el cierre porque se quiere «priorizar la integridad de las personas» y ha asegurado que la decisión «una decisión dolorosa, pero necesaria, tomada por prudencia y responsabilidad institucional frente al riesgo detectado». EFE