Valladolid (EFE).- La Junta de Castilla y León ha anunciado este jueves que, por primera vez en la historia autonómica, retira el proyecto de ley de modificación de la Ley de Atención Integral a las Víctimas de Violencia de Género al entender que el PSOE ha anunciado ya su rechazo a esta nueva normativa, que el portavoz del Ejecutivo, Carlos Fernández Carriedo, no ha considerado «urgente».
Así lo ha anunciado este jueves el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo (PP), quien ha argumentado que su partido intentará buscar una mayoría diferente en la próxima legislatura para tratar de aprobar una norma que lleva sin actualizar desde 2010, cuando fue consensuada la primera normativa autonómica en esta materia tras un acuerdo entre el PP y el PSOE.

Carriedo ha considerado que el PSOE anunció ayer su oposición a la norma, aunque la representante socialista en esta materia, la viceportavoz, Nuria Rubio, lo que anunció ayer es que la ley podría no salir adelante si el PP no aceptaba en la comisión parlamentaria prevista para esta tarde una serie de «líneas rojas», plasmadas en algunas de sus 103 enmiendas vivas.
Pero el portavoz de la Junta ha dado por hecho que el PSOE ha anunciado su intención de «oponerse» salvo que se asumieran las 103 enmiendas, algo que la procuradora socialista no dijo, aunque Carriedo ha insistido en que el PSOE les ha «obligado» a retirar este proyecto de ley.
De este modo, la comisión que tenía previsto cerrar el dictamen de la ponencia esta tarde no se celebrará y la norma quedará varada, sin llegar al último pleno de las Cortes de la legislatura, tal y como se habían propuesto los grupos parlamentarios.
Sin urgencia y sin desprotección
Pese a dejar en suspenso estas modificaciones legislativas, que la Junta defendía durante su presentación al pasar de un modelo básicamente asistencialista a otro más avanzado de acompañamiento integral a las víctimas y de recuperación de derechos, Carriedo ha asegurado que «no hay desprotección ni indefensión» por la no aprobación de esta ley.
«La decisión más acertada es retirarla y hacer uso de esa posibilidad», ha señalado Carriedo en referencia al reglamento de las Cortes de Castilla y León que el Ejecutivo puede retirar un proyecto de ley en cualquier momento de su tramitación, a lo que ha añadido que no querían que se convirtiera en un «arma electoral».

Preguntado por la decisión reciente de mantener para su debate en el pleno de las Cortes tanto el proyecto de ley de Presupuestos como los decretos leyes sobre el operativo de incendios, ambos rechazados por el Parlamento con enmiendas de totalidad y anuncios previos de la oposición sobre su negativa a aprobarlos, Carriedo se ha limitado a decir que PSOE y Vox «conforman la mayoría para derribar» esta normativa.
Sobre los decretos leyes de incendios, Carriedo ha defendido que eran «una cuestión de urgencia» para llegar a tiempo a la campaña de incendios del próximo verano, mientras que en el caso de la violencia de género ha sostenido que no es una cuestión «de necesidad» y de «urgencia».
Señalamiento al PSOE
«Es el PSOE el que tiene que dar explicaciones», ha repetido varias veces el portavoz de la Junta, convencido de que los socialistas anunciaron ayer su oposición a la aprobación de la norma y, al ser preguntado en numerosas ocasiones por la prensa por la falta de explicación de los motivos de esta retirada, ha deslizado que «claro que no se entiende» que el PSOE se oponga.
Preguntado por la reacción del líder del PSOE de Castilla y León y candidato a la Presidencia de la Junta, Carlos Martínez, quien ha sostenido que la retirada de la ley «es una vergüenza y una rendición ideológica» ante Vox, porque «Mañueco prefiere postrarse» ante su exsocio «antes que defender a las mujeres», Carriedo ha respondido que de «arrodillarse y de rendiciones sabe mucho más el PSOE que el PP».
En este sentido, Carriedo ha asegurado que el PP ha defendido «sus valores» y «nunca ha renunciado a aquello que es bueno para los ciudadanos».
Cuestionado también por la anunciada «ley de violencia intrafamiliar», que se estaba tramitando en paralelo a la otra ley sobre violencia de género y que se frenó con la salida de Vox del Ejecutivo, Carriedo ha asegurado que siguen «pensando lo mismo» sobre esta norma porque «es un problema que existe», aunque ha subrayado que «no tiene nada que ver» con el de la violencia machista. EFE