José Javier Porras |
León (EFE).- Nunca pensaron los vecinos de Villamanín que la suerte y la felicidad de que les tocará el ‘Gordo’ de Navidad supusiera en tan solo unos días la ruptura de la convivencia de este pequeño pueblo de la montaña leonesa, que intentan enmendar con llamamientos al consenso tras el error de la comisión de fiestas que vendió más participaciones que décimos jugaba.
El error ha provocado un agujero de 4 millones de euros correspondientes a 50 participaciones de cinco euros (cuatro para jugar y un euro de donativo para la comisión) que suponía un premio de 80.000 euros por papeleta, y que no estaban respaldados por los décimos correspondientes.
Una situación que como reconocen los propios vecinos «ha dividido al pueblo» entre los que disculpan el error de unos jóvenes que lo cometieron «sin mala intención» y los que ven falta de transparencia, quieren cobrar sus premios y no pueden mientras no se llegue a una solución.
Un acuerdo frágil
A un remedio se quiso llegar el pasado viernes en una tensa reunión convocada por la comisión y a la que asistieron muchos de los agraciados con las participaciones del primer premio, el número 79432.
En el encuentro, la comisión, formada en gran parte por jóvenes entre los 25 y los 18 años, propuso una ‘quita’ en torno al 10 % de cada premio para que todas las personas pudieran cobrar, para posteriormente repartir entre los agraciados el décimo que llevaba la comisión y los premios personales de los integrantes de la misma con la condición de que no se denunciase, de forma que la deuda se reducirá a dos millones de euros.
Un frágil acuerdo que contó con un amplio consenso de los vecinos al entender que «son jóvenes que han cometido un error sin mala fe y han puesto encima de la mesa hasta sus propios premios», pero que tan si quiera ha hecho público la comisión, que se ha limitado a realizar un comunicado en el que piden que les ayuden entre todos, «cobrar cuanto antes, evitar pleitos y no convertir una buena noticia en un conflicto».

Esquivando a los medios
Gran parte de los jóvenes llevan días sin coger el teléfono y como reconoce alguno de ellos ha perdido amigos, remitiéndose de nuevo a un comunicado en el que se afirma estar trabajando en un «acuerdo justo, transparente y con todas las garantías legales, pues tendrá supervisión judicial, pensado en el bien común y en el futuro del pueblo».
Siempre bajo el anonimato otros vecinos han reconocido este lunes que, aunque las aguas se han tranquilizado un poco, algunos afectados han trasladado que piensan denunciar la situación una vez que hayan podido cobrar y conozcan la ‘quita’ que se les realiza a su premio tras el reparto del décimo y los premios personales de la comisión.
Una vecina afectada de la cercana localidad de Rodiezmo ha contado que la situación ha traído a la palestra viejas rencillas familiares y vecinales que «siempre han estado ahí» y que ahora han servido para posicionarse junto a los jóvenes de la comisión o en su contra ya que muchos consideran que «no tienen que subsanar errores de otros con ‘quitas’ de sus premios».
Los temas de dinero son controvertidos y los vecinos rehúyen a los medios de comunicación, porque «nadie tiene que saber lo que he ganado», como alegan muchos, que se cubren para no ser grabados.
Llamamiento al consenso
Por su parte, el alcalde de Villamanín, Félix Álvaro Barreales, ha hecho un llamamiento al consenso para que se acepte una ‘quita’ que permita cobrar a todos los ganadores de la Lotería, a la vez que durante todos estos días ha intentado no estar en la escena, al ser también un afectado y no ser un problema municipal.
A la vez ha recordado que los jóvenes protagonistas de la polémica siempre han trabajado desinteresadamente para dar más vida al pueblo y ha mostrado sus esperanzas que el acuerdo adoptado pueda solucionar la controversia.
Un llamamiento al consenso que también ha realizado este lunes Ezequiel García, dueño del restaurante y empresa de embutidos que lleva su nombre y que desde su restaurante ayudó a vender un talonario de participaciones, jugando su familia y él mismo cuatro de ellas así como gran parte de sus empleados
La predisposición de los afectados dirimirá en las próximas semanas una situación que ha pasado de la felicidad a la división y la desesperación de los miembros de la comisión de fiestas ante las consecuencias legales y económicas ya que, como han reconocido, no tienen patrimonio para cubrir el dinero del premio no consignado con décimo tras entregar sus propias participaciones premiadas. EFE