Cristina García Casado | Salamanca (EFE).- Los locales comerciales vacíos sucesivos son ya un paisaje cotidiano en muchas ciudades, para cegar sus cristales se usa un pigmento llamado “blanco de España”, el nombre que Jorge Isla le ha dado a una exposición sobre este fenómeno en el centro de arte contemporáneo DA2 de Salamanca.
En 2017, Isla (Huesca, 1992) vivía en Madrid frente a un escaparate pintado de ese color, una imagen a partir de la cual ha ido construyendo con su cámara fotográfica una “cartografía” de establecimientos cerrados en París, Valencia, Bilbao, Barcelona, Huesca y Zaragoza.
“Ese dispositivo de visión que es normalmente un escaparate pasa a ser otra cosa cuando lo pintan de ‘blanco de España’, un nombre técnico que resulta poético, pasa a ser un registro de la crisis económica en la urbe”, ha explicado el artista en una entrevista con EFE.
Esqueletos que fueron comercios
Junto al comisario Manuel Prendes (Oviedo, 1991), Isla ha intervenido el DA2 de Salamanca con este pigmento sencillo y simbólico para provocar en el visitante la misma sensación que cuando uno camina por una calle céntrica entre esqueletos de lo que fueron comercios.
Esta “intervención inmersiva” alberga las fotografías que el artista ha ido tomando durante seis años con su proyecto “Blanco de España”, y que sigue tomando: “No acaba nunca, si ahora veo un establecimiento cerrado y pintado, saco la cámara”, ha apuntado.
“La suya es una propuesta fotográfica basada en la involuntaria gestualidad de un operario anónimo cuya acción, carente de inquietud artística, termina por aproximarse al expresionismo abstracto y despierta otros subtextos”, indica la presentación de la muestra, que se podrá ver desde este viernes en la Sala 5 del centro de arte contemporáneo de Salamanca.
Expresionismo involuntario
Jorge Isla ve más que pintura blanca sobre un cristal que antes mostraba algo, “ese gesto del obrero evoca el expresionismo abstracto estadounidense”, sostiene.
“Con la cámara he querido apropiarme de ese gesto. Es poético que el nombre de ese color tan básico sea ‘blanco de España’, un material que proviene de las bellas artes, que se usa para preparar el lienzo”, ha explicado.
Su trabajo sobre este pigmento y la crisis de los locales vacíos es más amplia que esta exposición e incluye vídeos e instalaciones inmersivas, pero esta es la primera gran muestra de su trabajo, que ha desarrollado sobre todo en París.
Isla y Prendes han llegado al DA2 como ganadores de la primera convocatoria de apoyo a la creación artística contemporánea impulsada por el Ayuntamiento de Salamanca.
“Blanco de España es ahora una obra, un local en plena reforma. El interior de aquellos espacios velados toma cuerpo en la Sala 5 del DA2, invitando a que los espectadores pasen y vean. Se encontrarán entonces con una representación, una ficción similar a una película o una obra de teatro, cuyo guion se puede leer en las paredes empapeladas y en las nuevas piezas de gran formato, producidas para la ocasión”, resume el comisario de la muestra. EFE
