Barcelona (EFE).- Del posibilismo autonomista de Jordi Pujol a la aceleración independentista con Carles Puigdemont, del gen pragmático e institucional de la CiU que pactaba con PSOE y PP a la implosión de la coalición de gobierno con ERC: la “mutación” experimentada por el espacio político bautizado en 1974 como Convergència ha sido diseccionada por la periodista Núria Orriols.
Las 398 páginas de “Convergència. Metamorfosis o extinción” (Angle Editorial) son el resultado de su investigación: “Hay un factor estructural, que obedece a un cambio generacional, y un factor coyuntural que favorece esa mutación independentista en 2012”, señala la periodista del diario Ara en una entrevista con EFE.
Para elaborar la anatomía de casi medio siglo de evolución de este espacio, Orriols ha entrevistado a una sesentena de dirigentes de todas las épocas, que aportan multitud de detalles reveladores y confidencias hasta ahora inéditas, para ilustrar la “metamorfosis” convergente, que podría sintetizarse en cinco escenas:
1. 11 DE NOVIEMBRE DE 1999: PUJOL DIFIERE DE SUS HEREDEROS
En el arranque del último mandato de Pujol, jóvenes valores del partido que pronto ocuparán puestos de mando -Oriol Pujol, David Madí, Damià Calvet, Germà Gordó y Josep Rull- firman un artículo en el Avui, en el que dan por agotada la estrategia pujolista de ‘peix al cove’ (pájaro en mano) y defienden un salto adelante soberanista.
Pujol se reúne con ellos en un restaurante y los alecciona: “Los que hemos reconstruido el país sabemos que, con esto de España, nos hemos de poner un límite”. Se pone en evidencia, explica Orriols a EFE, el “choque generacional” entre Pujol y un grupo cada vez más influyente -entre ellos, uno de sus hijos- que, con el cambio de milenio, imprimirán una marcha más a la reivindicación soberanista.
2. 20 DE NOVIEMBRE DE 2007: MAS ABRAZA EL “DERECHO A DECIDIR”
Artur Mas, el delfín escogido por Pujol, se propone liderar una “refundación del catalanismo” desde la oposición y sube al atril del Palacio de Congresos de Cataluña para enarbolar la bandera del “derecho a decidir”, fórmula eufemística para referirse a la autodeterminación, que en CDC aún reivindican con la boca pequeña.
Tras los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatut, en 2010, Mas empezará a sacudirse los complejos y defenderá cada vez con menor ambigüedad la vía soberanista.
3. 25 DE MARZO DE 2012: “ESTADO PROPIO” Y JARRO DE AGUA FRÍA
CDC cruzó, en su XVI Congreso en Reus (Tarragona), el Rubicón e incorporó por primera vez a sus ponencias la apuesta por dotar a Cataluña de un “Estado propio”, lo que iba a permitirle mantenerse a flote con un nuevo relato reivindicativo que buscaba desincrustar de la agenda pública el debate sobre los recortes presupuestarios.
Paralelamente, Mas situó como nuevo secretario general -y, por lo tanto, en primera fila de la carrera sucesoria- a Oriol Pujol, quien no tuvo más que un día para saborear el nombramiento: apareció en el sumario de un caso de tráfico de influencias por la concesión de servicios de ITV, una más de las causas por corrupción que iban a lastrar a la familia Pujol y, por extensión, a Convergència.

4. VERANO DE 2015: PLANES PARA REINVENTAR EL PARTIDO
La primera vez que Mas verbalizó entre sus colaboradores la idea de bajar la persiana de una CDC salpicada de corrupción y crear un nuevo partido, según revela Orriols, fue en una cena en Sant Feliu de Guíxols (Girona). El proceso culminó un año después en un caótico congreso fundacional, en el que los compromisarios se rebelaron contra los nombres propuestos por la dirección y acordaron -para disgusto de Mas y Puigdemont- llamarlo Partido Demócrata Catalán.
“Aunque la corrupción no fue un factor determinante para la mutación independentista de CDC, sí fue un elemento necesario para decidir su disolución”, explica la periodista.
5. 27 DE SEPTIEMBRE DE 2022: EL “PORTAZO” DE TURULL
Los consellers de Junts partidarios de seguir en el Govern que preside Pere Aragonès cenan en el restaurante 7 Portes junto al secretario general de JxCat, Jordi Turull. El ambiente es funesto: Junts acaba de amenazar por sorpresa al presidente catalán con exigir que se someta a una cuestión de confianza, y la coalición de gobierno pende de un hilo alarmantemente fino, a punto de romperse.
El ágape en el reservado del 7 Portes se convierte en una catártica sesión de lamentos -con lágrimas incluidas- de unos consellers que no entienden cómo Turull -valedor y referente de algunos de ellos en el partido- ha podido esconderles esa jugada, que deja a JxCat a un paso de romper el Govern, como discretamente defiende desde hace tiempo Puigdemont. Turull se va del reservado dando un portazo y sin despedirse, según relata Orriols.
Hemos llegado al último estadio de la “metamorfosis”: CDC, aquel instrumento político concebido para acumular poder institucional y gestionarlo, ha mutado definitivamente, hasta el punto de renunciar a gobernar desde la Generalitat. ¿Significa eso que el gen convergente ha muerto? Orriols matiza: JxCat no es CDC, pero la mayoría de convergentes militan en JxCat, y el 42% que votó a favor de no abandonar el Govern ya maniobra para rectificar el rumbo.