La activista cubana Kenia Hernández en la protesta por el 8M en Barcelona. EFE/ Georgina Cortés

El feminismo cubano protesta en Barcelona para liberar a las presas políticas

Georgina Cortés
Barcelona (EFE).- Las feministas cubanas se han manifestado este 8 de marzo frente al Consulado de Cuba de Barcelona en contra de la violencia de género y para exigir la liberación de las presas políticas cubanas.
Las organizaciones feministas cubanas han programado “marchas internacionales” en Nueva York, Madrid, Uruguay y Barcelona para reclamar sus derechos y dar voz al que consideran un repunte alarmante de casos de violencia de género en el país.
“Estas marchas del 8 de marzo tienen como objetivo sensibilizar a las mujeres de la comunidad internacional sobre la situación real y desconocida de la mujer cubana y lograr la solidaridad a todos niveles”, ha afirmado a EFE la presidenta de la Red Femenina de Cuba, Elena Larrinaga de Luis, concentrada junto a un grupo de mujeres ante el consulado cubano, ubicado en el centro de Barcelona.
Las mujeres cubanas no podrán participar en el acontecimiento del Día Internacional de la Mujer ya que se les ha prohibido manifestarse para reclamar sus legítimos derechos debido a la ausencia de libertades políticas en Cuba, ha explicado Larrinaga de Luis.
Reclaman más intervención y transparencia estatal ya que el gobierno no presenta cifras oficiales de las víctimas por violencia de género. “Hacer una denuncia ante el mundo y que se solidaricen con el pueblo de Cuba entero”, ha argumentado por su parte una de las manifestantes, Kenia Hernández Barrera.
De lo que llevamos de 2023, Cuba ya ha sufrido 16 feminicidios, casi dos casos por semana, según aportan los observatorios independientes ‘Yo si te creo Cuba’ (YSTC) y ‘Alas Tensas’ (OAT), además del “aumento” de desapariciones y secuestros de mujeres y niñas en el país.

“A favor de la libertad de las presas políticas”

Las mujeres cubanas también han marchado este 8M por el incremento de “persecución política” en el país, con 992 presos políticos de los cuales 136 son mujeres encarceladas por sus ideas, datos proporcionados por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Las manifestantes denuncian la represión política y exigen libertad inmediata para todos los encarcelados desde las protestas del 11J (2021), cuando los cubanos salieron para exigir el respeto a los derechos humanos, mejores condiciones de vida y mayor libertad de expresión.
Las organizaciones feministas cubanas esgrimen que las protestas multitudinarias en contra del gobierno marcaron un antes y un después en el país aumentando la persecución y el acoso contra activistas, periodistas y familiares de los presos políticos y la prohibición de cualquier forma de disidencia pública.
Teresa Rodríguez, una de las manifestantes y madre de tres jóvenes encarcelados por el 11J, ha explicado a EFE: “Estoy aquí frente al consulado para manifestarme en contra de la dictadura y a favor de la libertad de los presos políticos en Cuba”.

Una lucha desde el exilio

“La gran lucha desde el exilio es explicar lo que supone asumir los dictados de un único partido y el peligro que supone para una persona disentir, y entender que se vive en un país donde la violencia es ejercida contra las mujeres desde la esfera pública y privada”, ha apuntado Larrinaga de Luis.
Cuba es el único país del hemisferio occidental que no tiene tipificada la violencia de género como un delito, y cualquier reclamo social se entiende como un desafío al estado, ha agregado la activista.
“La dictadura no ha creado una ley, ni una, que sea capaz de defender a las mujeres, el derecho de las mujeres y el derecho de las niñas”, ha comentado Kenia Hernández.
La gran lucha del feminismo cubano, además de eliminar la violencia institucional y de género, es la del “reconocimiento real de la mujer como tal, como persona física y sujeto de derecho”, ha destacado la presidenta de Red Femenina de Cuba.
Las organizaciones feministas cubanas han salido así este miércoles a las calles y se han concentrado en distintas ciudades para luchar y dar voz a todas aquellas mujeres residentes en Cuba que no han podido ejercer su derecho a manifestarse este 8 de marzo.