Barcelona (EFE).- La automovilística Seat cerró 2022 con un beneficio después de impuestos de 68 millones de euros, lo que supone 324 millones más que el año anterior, cuando perdió 256 millones, tras facturar 10.513 millones de euros, su segunda mejor facturación por detrás de 2019.
Estas cifras aparecen en el informe de resultados elaborado por la compañía automovilística siguiendo las reglas contables españolas, que difieren de las alemanas, con las que se confeccionaron los números que hizo públicos la semana pasada desde Alemania el Grupo Volkswagen, al que pertenece Seat.
Según los datos del informe presentado este miércoles, Seat consiguió un beneficio operativo de 179 millones de euros, 550 millones más antes de la provisión de costes extraordinarios de 293 millones.
La firma que dirige Wayne Griffiths consiguió volver a los números negros, pese a la persistencia de la crisis de los suministros y el encarecimiento de las materias primas, con el impulso de su segunda marca, Cupra.