GEORGINA CORTÉS
Barcelona (EFE).- El espacio artístico Ikono abrió hace casi un mes en Barcelona, en el centro comercial Las Arenas, una nueva experiencia inmersiva después del éxito de sus aperturas en Madrid y Roma con el objetivo de expandirse más internacionalmente.
Con un local de 1.200 metros cuadrados, Ikono ofrece un recorrido inmersivo para todas las edades en distintas salas para sumergirse en las emociones, potenciar la creatividad y disfrutar de una buena experiencia.
La experiencia tiene una duración de aproximadamente una hora con 10 instalaciones inmersivas e interactivas que se pueden disfrutar todos los días en la tercera planta del centro comerical Las Arenas.
La idea del proyecto Ikono surgió de un viaje familiar de los fundadores a Japón, donde quedaron asombrados con uno de los bosques de bambú del país. Al regresar a casa, fueron capaces de transportarse a ese momento y revivirlo con las fotografías que habían tomado durante el viaje.
“Pensaron en cómo poder reunir todos estos sitios icónicos en un mismo espacio y poder tener la sensación de estar viajando de un sitio a otro sin salir de un mismo establecimiento, fue a partir de ahí donde se empezó a materializar la idea de la experiencia Ikono”, ha asegurado a EFE la responsable de sala en Barcelona, Direy Alcaide.
“Una experiencia única en Europa”
Ikono ha sido uno de los primeros en traer a Europa la experiencia de las salas inmersivas. “El concepto de la experiencia inmersiva sí que se había extendido un poco en Estados Unidos y en Asia, pero en Europa no había nada de este tipo”, ha afirmado Alcaide.
En 2020 inauguraron su primer espacio en Madrid y tras la gran acogida que obtuvo, Ikono abrió sus fronteras e instaló su segunda experiencia inmersiva en Roma a finales del año pasado.
“Para establecer una sala Ikono, la ciudad tiene que ser cosmopolita, una ciudad moderna y sobre todo, que acoja gente de todas las partes del mundo y con espíritu joven”, ha destacado Alcaide.
La apertura del local en Barcelona llegó el mes de marzo de este año, siendo el tercer espacio Ikono en toda Europa. “Las expectativas están más que superadas, la acogida que está teniendo Ikono Barcelona es bastante buena”, ha apuntado Alcaide.
Una nueva forma de ocio
Los fundadores de Ikono también se dieron cuenta de que en los viajes, la mayoría de ofertas en el sector del ocio siempre eran las mismas y que no todas estas eran para toda la familia.
Direy alcaide asegura que “el éxito está en que es un plan distinto, con un sector que se tenía que innovar, sobre todo el ocio turístico”.
Las salas Ikono también son un espacio donde las fotografías de ‘postureo’ y las ‘instragameables’ toman lugar, y es algo que también va a favor en este nuevo tipo de ocio. “Sobre todo con la llegada de las redes sociales, Ikono te permite juntar el ocio tradicional con este tipo de ocio nuevo que converge muy bien junto”, ha destacado la responsable de la sala.
Un recorrido sensorial
La experiencia Ikono empieza con una gran piscina de bolas, la sala más destacada del recorrido. “Es un escenario arraigado a la infancia que para una persona de 40, 50 o 60 años le permite disfrutar y sacar el niño que lleva dentro, pasarlo bien y no pensar en que puedan decir de ti”, ha comentado Alcaide.
Seguidamente, el recorrido lleva a la calle CyberPunk, con diferentes salas como la de camuflaje, la de los farolillos y espejos, la sala inspirada en Picasso donde se pueden hacer dibujos y una sala con una cueva oscura.
Después se llega al laberinto lumínico de Botticelli , una sala que colabora con la artista americana Heather Bellino que diseña las veinte piezas abstractas inspiradas en el trabajo del renacentista italiano.
La experiencia inmersiva termina con una grana sala de cubos gigantes que se iluminan con la música, y la sala discoteca llena de máquinas arcade, que los usuarios pueden utilizar para jugar.
Ikono tiene la intención de expandirse más y poder llevar las experiencias inmersivas a más ciudades de Europa.
