La cantante Rosalía y el cantante y productor puertorriqueño Rauw Alejandro. EFE/Cati Cladera

Bar Marsella y una churrería: Los escenarios nocturnos del último videoclip de Rosalía y Rauw Alejandro

ZOE CORPAS
Barcelona (EFE).- Son muchos los curiosos que se acercan estos días por el mítico Bar Marsella de Barcelona y la Churrería J. Argilés de la capital catalana recreando el videoclip “Vampiros”, una de las tres canciones que Rosalía y Rauw Alejandro han publicado en su EP conjunto “RR”.
El videoclip de este tema, que se estrenó el pasado jueves 13 de abril, fue rodado en Barcelona. El Bar Marsella, situado en el barrio del Raval, es el más antiguo de la ciudad, con más de doscientos años. Las paredes de madera y lámparas de araña que cuelgan del techo quebrado transportan al siglo XIX a aquel que entre al sombrío local.

Fachada del Bar Marsella, el más antiguo de Barcelona. EFE/ZOE CORPAS


No es la primera vez que un famoso pasa por el establecimiento para probar sus chupitos de absenta, la especialidad del Marsella. Antes de que rodara en él la cantante catalana, frecuentaban el bar personalidades como Pablo Picasso, Salvador Dalí o Ernest Hemingway.
Sirviendo licores desde 1820, el bar Marsella es uno de los puntos de interés de los turistas que visitan Barcelona. Asimismo, para aquellos que frecuentan el local no es de extrañar que Rosalía haya escogido este mítico lugar para que sea uno de los escenarios de su videoclip.
“Me parece muy lógico que se haya rodado aquí, un bar centenario, en pleno Raval, con muchísima historia me parece muy buena opción”, comentaba uno de los muchos clientes habituales del Marsella.

La icónica churrería de Barcelona

Tras festejar en el histórico bar, Rosalía y Rauw se dirigen en su videoclip al barrio de Marina, donde se encuentra la churrería J. Argilés.
El puesto de churros es bien conocido por aquellos que hayan salido de fiesta alguna vez por Barcelona, ya que los fines de semana abre toda la noche y da de desayunar a los jóvenes que salen de madrugada de las discotecas.

La churreria del barrio de Marina, uno de los escenarios del videoclip de Rosalía. EFE/ZOE CORPAS


“Es la churrería de confianza de todo el mundo, unos churros y un chocolate curan todos los males”, afirma un joven barcelonés que ha visitado la churrería de Marina en más de una ocasión después de salir de fiesta por el barrio.
Jordi Argilés, el propietario del local, explica a EFE que “en los últimos años nos hemos prodigado mucho en la noche atendiendo a la gente joven que sale de fiesta y que también podríamos catalogar como ‘vampiros’, y es curioso que el vídeo de Rosalía se haya grabado en nuestra churrería”.
El establecimiento de churros lleva en funcionamiento más de sesenta años, desde que el abuelo de Jordi, José Argilés, abrió la churrería en 1958. “Antiguamente, cuando las corridas de toros, eran momentos de mucho trabajo”, recuerda Jordi Argilés.
El negocio ha ido pasando de generación a generación y con los años ha ido ganando notoriedad en el barrio. Cuando en el Poblenou se ubicaron los negocios de ocio y las discotecas vieron una oportunidad para fomentar la churrería todavía más.
“Mi padre creyó oportuno abrir antes… hasta que al final ya prácticamente estamos toda la noche. Fue algo evolutivo, como el barrio”, explica Argilés.

Una inexperiencia intensa

A raíz del videoclip de Rosalía, tanto en el Bar Marsella como en la churrería de Argilés han notado mucha curiosidad por parte de la gente, que han pasado a preguntar y a hacerse fotos en los lugares donde estuvieron los cantantes.
Con dos papelinas llenas de churros en las manos, un turista explica que es la primera vez que los come. Un amigo le habló de la churrería que aparece en el videoclip de Rosalía y Rauw Alejandro decidió “venir a probar”.
La experiencia fue “muy intensa”, según Argilés. A finales de enero, la productora contactó con el propietario de la churrería para proponerle que su puesto apareciese en el vídeo de la nueva canción de Rosalía. “Nos pareció genial poder colaborar y tener salida en el vídeo”, cuenta Argilés.
El 21 de febrero se realizó el rodaje en la churrería. “Estuvimos toda la noche, abrimos, preparamos producto, los de decoración ‘tunearon’ la churrería y cuando llegaron Rosalía y Rauw hicieron la grabación. Fue muy ligero, rápido y profesional”, explica el dueño.
Desde la churrería J. Argilés están muy agradecidos a Rosalía y a Rauw Alejandro por elegirlos para salir en el videoclip. “Que se hable de los churros y que estén de moda, ya sea por los coreanos o por Rosalía, nos va muy bien”, confiesa Argilés.
La catalana Rosalía, que acaba de triunfar en el festival Coachella, parece así que no olvida sus orígenes y comparte con sus seguidores de todo el mundo lugares míticos de Barcelona junto a su pareja y artista Rauw Alejandro.