Barcelona (EFE).- La artista Laia Estruch ha instalado en la Sala Oval del MNAC una escultura sonora gigante con forma de trenza, titulada “Trena”, que se exhibirá en el museo hasta el próximo 3 de septiembre.
Esta escultura está formada por tres tubos inflables trenzados de 2,2 metros de diámetro por 35 metros de largo y tiene carácter performativo, ya que se activa cada hora en punto con una pieza musical de 1 minuto y 48 segundos de duración, producida con la colaboración de Xavi Lloses.
Como ha explicado la artista este lunes, en este espacio intermedio dentro del museo y de la ciudad de Barcelona, las personas funcionan como el flujo sanguíneo del edificio.
La estructura de la escultura también se inspira en el estudio de la arquitectura de los circuitos automovilísticos, los circuitos de atletismo y los parques de atracciones, y está en relación con los recorridos creados en los subsuelos de las ciudades para canalizar el agua o el gas.
El proyecto surge de la necesidad de la artista de abrir nuevas líneas de investigación relacionadas con el movimiento del cuerpo en relación con la voz y la palabra, forzando sus comportamientos y gestos.
“En este proyecto quiero dar un paso más allá abriendo una investigación sobre el mismo cuerpo de la voz, sus apariciones, como un cuerpo que no nos pertenece, para experimentar nuevos encuentros dentro del simple acto de circular y transitar a diferentes velocidades dentro de un circuito y en la Sala Oval del Museo Nacional”, ha dicho Estruch.