La Unión por el Mediterráneo cumple quince años con la integración regional aún pendiente

Lara Malvesí

Barcelona (EFE).- La Unión por el Mediterráneo (UpM), la alianza que reúne a los países de la Unión Europea y 16 países del sur y este del Mare Nostrum, cumple este jueves 15 años de trabajos para fortalecer una cooperación e integración regional que sigue sin atajar retos mayúsculos como la inmigración o la desigualdad económico social entre sus miembros.

“Hay que reconocer que algunos retos persisten y que el nivel de integración está por debajo del potencial regional”, ha dicho a los periodistas en un encuentro antes del aniversario el secretario general de la UpM, Nasser Kamel.

La UpM se creó el 13 de julio de 2008 en una cumbre en París impulsada por el expresidente Nicolas Sarkozy con el objetivo de hacer realidad los valores y los logros del llamado Proceso de Barcelona, que puso en marcha la Unión Europea en 1995, entre los países de la UE y los estados de la zona, como mecanismo de coordinación internacional entre todos los países del Mediterráneo.

La organización reivindica el trabajo hecho con más de sesenta proyectos de colaboración contra el cambio climático, por el empleo joven o la igualdad de género al tiempo que insiste en la infrafinanciación de la organización con sede en el Palau de Pedralbes.

“Necesitamos invertir y crear unas infraestructuras de cooperación para hacer frente a los desafíos mutuos” en sendas cuencas del mar común “desde el cambio climático hasta la desigualdad social y económica o la inmigración”, ha señalado Kamel.

A propósito de ésta última, y frente a los enfoques de control de fronteras, el secretario general reconoce que “no es un tema de consenso” entre los países y que a su modo de ver debe estudiarse las causas de la inmigración ilegal tales como la desigualdad, así como apostar por los acuerdos de migración legal de trabajadores contratados en origen, un modelo que, ha destacado, practican, por ejemplo, España y Marruecos.

LEJOS DE LA UNIÓN POLÍTICA

El investigador principal del CIDOB y experto en Oriente Medio y Norte de África, Moussa Bourekba, ha recordado en conversación con EFE que pocos años más tarde empezarían las revueltas pro democráticas de la primavera árabe, que hubieran podido fomentar que el norte del Mediterráneo hiciera esfuerzos por aprovechar la “ventana de oportunidad para una mayor integración”.

Si embargo, según el investigador, los países europeos habrían preferido la estabilidad en las relaciones con los países de la región y pese a que se trate de lugares donde ha aumentado el autoritarismo.

“Ese tendencia de distanciamiento se agudizó aún más a partir de la crisis de refugiados de 2015 y con la ola de atentados yihadistas en territorio europeo”, ha añadido Bourekba.

Para el analista, “los principales retos en la región tienen que ver con la dimensión de integración más política; con crear un espacio euromediterráneo de paz y seguridad, así como avanzar en la integración humana y social, que, de hecho, eran objetivos de la declaración de Barcelona de 1995”.

Lejos de profundizar en la parte política y social, ambas orillas del Mediterráneo tendrían una relación “más transaccional, más comercial”, un enfoque que además está llevando a los socios del norte de África a querer “diversificar” sus partenariados con China, Rusia y Turquía, para “no depender tanto de Europa”.

FORO MINISTERIAL EL 27 NOVIEMBRE

Aunque en la ministerial de la UpM de 2022 se lanzó la idea de celebrarse una cumbre del Mediterráneo aprovechando la presidencia española de la UE, finalmente en noviembre tendrá lugar, como cada año, un foro regional de titulares de Exteriores.

Aprovechado el décimo quinto aniversario, la presidencia de la UpM y los Estados miembros han lanzado un análisis general sobre las acciones que ha llevado a cabo la organización con el objetivo de identificar áreas que deberían mejorarse, reforzar la UpM y mejorar su capacidad para promover iniciativas y proyectos a una mayor escala.

“La culminación de dichas conversaciones”, explican desde la UpM, tendrá lugar el 27 de noviembre, en el próximo Foro Regional de la organización, el encuentro anual de los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros, que coincide bajo presidencia española del Consejo de la UE.

Hasta la fecha, la UpM ha implementado más de 60 programas de cooperación en toda la región, fruto de más de 30 reuniones ministeriales a lo largo de los años.

En el último año, la UpM ha acordado apoyar un proyecto contra la escasez de agua en Jordania, un país en el que se han agravado los problemas de escasez de agua por la afluencia de refugiados desde 2011, y ha movilizado nuevos fondos para el empleo juvenil en la cuenca sur, entre otros ejemplos de acciones que han movilizado alrededor de 5.000 millones de euros a lo largo de los años.

Coincidiendo con los 15 años de UpM, estos días Nasser Kamel ha querido reivindicar a Barcelona como sede euromediterránea y la “generosidad del Gobierno español” para acoger la UpM en su territorio.

“No se me ocurre otra ciudad como ésta para seguir llevando a cabo esta tarea”, ha añadido.