Barcelona (EFE).- Cerca de un millar de taxis protestan este martes por el centro de Barcelona convocados por la organización Élite Taxi para reclamar un mayor control sobre las plataformas de VTC (Vehículos de Transporte con Conductor), como Cabify, y exigir que se ponga fin a la «competencia desleal».
El sector del taxi ha vuelto a salir a la calle con una marcha lenta que ha arrancado hacia las 10.30 horas de la plaza Espanya y ha avanzado por la Gran Vía, ocupando tres carriles, hasta llegar al Passeig de Gràcia, en pleno centro de la capital catalana, lo que ha provocado grandes problemas de tráfico.
El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 900 los vehículos que se han sumado a la protesta, mientras que los organizadores han apuntado a más de 2.000.
La Guardia Urbana ha desviado la circulación por otras vías y TMB ha tenido que cambiar también la ruta de hasta 16 líneas de autobuses que transcurren por las vías ocupadas por los taxistas.
El dirigente de Élite Taxi, Tito Álvarez, ha llamado a todos los taxistas a participar en la acción de protesta para evitar que los VTC se salten la norma que regula esta actividad en el área metropolitana y operen «ilegalmente».
«La Guardia Urbana y los Mossos sancionan a los vehículos de VTC y les imponen multas de 4.000 euros, pero las plataformas tecnológicas que son las que les dan trabajo están impunes. Se tratan de operadores de transporte y deberían asegurarse de que todos los conductores tengan sus permisos», ha explicado en declaraciones a los periodistas al iniciar la marcha.
Según Tito, la protesta cuenta con un seguimiento muy alto entre los taxistas y sólo están trabajando el 10 % de los vehículos, aunque no hay convocado ningún paro.
Los taxistas denuncian, entre otras cosas, que Cabify y otras plataformas están basadas en un modelo que se sustenta «en la explotación laboral» y que genera una actividad por la que «pagan sus impuestos fuera».
A mediodía, los taxistas han aparcado sus coches en la Gran Vía para celebrar una asamblea en la que deben decidir si convocan o no nuevas movilizaciones.
En un audio difundido ayer, el dirigente de Élite Taxi llamó a la participación de todo el colectivo de taxistas en la protesta y denunció la existencia dentro del sector de quienes «aprovechan el esfuerzo de los demás para beneficiarse».
«Tenemos fe ciega en las movilizaciones. Es la única herramienta para presionar a los políticos en los despachos. Mañana hay que meter mil coches en la Gran Vía, si no, ya veremos. Igual hay que convocar un paro y que no curre ni Dios», aseguró.
Por su parte, Cabify ha rechazado hoy las acusaciones de actuar de manera «ilegal» y ha asegurado que llevan operando más de diez años en Barcelona «ofreciendo un servicio de calidad a usuarios y empresas», apostando «por alternativas de movilidad sostenible», y «adaptándose a las numerosas regulaciones que se han aprobado en estos años».
La plataforma de movilidad ha recordado que la semana pasada realizó un acción en la estación de Sants para visibilizar los problemas de movilidad en la ciudad y ha destacado que fue «completamente pacífica» y que «no afectó a la movilidad de la ciudad ni a los residentes».