Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra custodiando al presunto autor de la brutal agresión sexual que sufrió en Igualada (Barcelona) una menor de 16 años el pasado 1 de noviembre. EFE/Enric Fontcuberta

La fiscal: El violador de Igualada actuó con un ánimo ruin y perverso y una maldad brutal

Barcelona (EFE).- La fiscal del caso de la brutal violación de una menor de 16 años el 1 de noviembre de 2021 en un polígono de Igualada (Barcelona) ha asegurado que el acusado actuó con un “ánimo ruin, perverso, cobarde y traicionero” y con una “maldad brutal” para ocasionarle la muerte con un “sufrimiento añadido”.

“Estamos ante un caso no solo de violación, sino de subyugación machista y de dominación con la intención de humillar” a la víctima, ha dicho la fiscal Paola Tejada en sus conclusiones finales en la última sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Barcelona contra Brian Raimundo C., para quien pide 45 años de prisión por los delitos de asesinato en grado de tentativa y por el de agresión sexual.

La fiscal, que considera acreditada plenamente la autoría de la brutal agresión a esta menor, ha argumentado que el acusado propinó a su víctima numerosos golpes que “dañaron órganos vitales” con la intención de “querer causarle la muerte”: “Ha sido un milagro que haya sobrevivido”, ha dicho, recordando las palabras del médico forense que testificó durante el juicio.

Todo ello lo hizo, ha agregado el ministerio público, “buscando incrementar deliberadamente el dolor y con un sufrimiento añadido”: “Su conducta demuestra un animo ruin, perverso, cobarde y traicionero”, ha continuado.

Además de golpear a su víctima, la “penetró brutalmente” como demuestran las lesiones que sufrió la menor tras la agresión, y que “le podrían haber provocado un shock hemorrágico”: “El comportamiento del acusado hacia la víctima fue vejatorio y humillante”, ha apostillado la fiscal.

La brutal violación, que dejó graves heridas a la menor y por las que tuvo que permanecer hospitalizada casi un año, ocurrió la madrugada del 1 de noviembre de 2021, cuando la joven regresaba sola a casa tras pasar la noche de fiesta con una amiga en la discoteca Epic de Igualada (Barcelona).

La Fiscalía ve probado que el procesado, en prisión provisional desde su detención en abril de 2022, siguió a la joven por las calles de Igualada cuando se dirigía a pie a la estación y la atacó “de forma sorpresiva”, tras lo que se la llevó a una zona “solitaria y huérfana de testigos, poco iluminada y sin cámaras”, para agredirla sexualmente.

Como el acusado abordó a su víctima por sorpresa, la menor no pudo defenderse en “ningún momento”, ha aducido hoy la fiscal en sus conclusiones finales.

A lo largo de 20 minutos, el acusado golpeó a la chica en varias partes del cuerpo, mientras la sujetaba con fuerza y con “violencia”, y la penetró “de manera brutal”, incluso con objetos, demostrando así su “absoluto desprecio a su condición de mujer”.

Tras la violación, propinó a la menor un “fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente”, el cual le provocó un traumatismo craneoencefálico, la dejó abandonada en el suelo seminsconsciente y desnuda en una noche con una temperatura por debajo de los 15 grados y huyó del lugar.

La fiscal ha constatado que todas las pruebas recogidas por los investigadores de los Mossos d’Esquadra incriminan al acusado: las imágenes de 155 cámaras del polígono industrial que visionaron los agentes, el vídeo de un incidente previo que fue clave para su identificación, el ADN en una chaqueta hallada en su domicilio durante el registro policial, la ropa encontrada en su casa y que llevaba el día de la violación, o la geolocalización de su móvil, que lo sitúa en el lugar y la hora en la que se cometió la violación.

“Solo pudo ser él el que cometió los hechos”, ha concluido tras detallar las numerosas pruebas que se han presentado durante el juicio.

Asimismo, ha restado credibilidad a la declaración de ayer del acusado, sobre todo, en lo que respecta a su versión de que la chaqueta con el ADN de la víctima se la había encontrado en la calle: “Es poco coherente” esta explicación, puesto que se le ve en las imágenes con esa prenda puesta, ha subrayado la fiscal.

El ministerio público, además de los 45 años de prisión, solicita una indemnización de 260.000 euros para la víctima por todas las secuelas físicas y emocionales que sufre y ha sufrido.