Barcelona (EFE).- La actividad de cruceros en el Puerto de Barcelona tuvo un impacto económico de 1.236 millones de euros en Cataluña en 2024 y generó más de 9.500 puestos de trabajo, al tiempo que contribuyó a las arcas públicas con 260,9 millones en impuestos, según un estudio de la Universitat de Barcelona (UB).
El estudio cifra en 2,8 millones los cruceristas que llegaron a la capital catalana el año pasado, aunque el número registrado de movimientos de pasajeros por el Puerto de Barcelona se elevó a los 3,7 millones.
De estos 2,8 millones, el 78 % (2,22 millones) visitó la ciudad, mientras que 1,6 millones deambuló por la urbe de día sin quedarse a dormir.
Contribución transversal
El informe se ha elaborado por encargo del Puerto de Barcelona y la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés), que han defendido, en la rueda de prensa de presentación del mismo, la contribución positiva y «transversal» del sector tanto a la economía catalana como a la de Barcelona.
Así, el 56 % de la facturación y el 41 % de los puestos de trabajo corresponden a sectores no vinculados a la actividad turística.
De estos 1.236 millones de facturación – 3,4 millones al día -, 669,3 millones fueron gasto directo realizado por los cruceristas, además de por las empresas navieras y sus tripulantes, mientras que 567,5 millones se considera impacto indirecto y inducido.
La actividad de los cruceros contribuyó además al PIB catalán con más de 700 millones, lo que supone 249 euros por cada crucerista.
Respecto a su dimensión fiscal, el sector de los cruceros aportó un total 260,9 millones en impuestos: 154,2 al Estado; 94,8 millones a la Generalitat; y 11,9 millones, al Ayuntamiento de Barcelona.
En el caso de Barcelona, el movimiento de los cruceristas supuso una facturación de 855 millones y generó 6.693 puestos de trabajo.
El estudio señala que estos viajeros aportaron el 9,1 % del importe que gestiona el consistorio procedente de la tasa turística, más el recargo municipal, lo que supuso un total de 11,9 millones. Esta cifra, apunta, más que duplica el peso que representan los cruceristas respecto al total de visitantes.
Perfil de los cruceristas
El informe divide los cruceristas en dos categorías: los de puerto base (que embarcan y desembarcan en la ciudad, y que se considera aportan más valor) y los de tránsito (que utilizan el puerto como una escala más).
Estados Unidos es el primer país de procedencia de los cruceristas de puerto base al representar un 28,5 %, un porcentaje muy por encima del 9 % que suponen en el conjunto del turismo de la ciudad.
El gasto que realizan por persona y noche es muy superior al del resto de nacionalidades y llega a los 307 euros, sumando alojamientos en hotel, comidas y bebidas, ocio o compras.
Los cruceristas españoles se dejan 132 euros de media mientras que los de la UE -sin España- invierten 180 euros.
Los cruceristas de tránsito vienen sobre todo de Europa y su gasto oscila entre los 46 y los 75 euros por persona/día, en función de la nacionalidad, con los italianos como los más mayoritarios, seguidos de los alemanes, los del Reino Unido y los franceses.
Para elaborar el estudio, se ha partido de una encuesta en profundidad realizada por Turismo de Barcelona a 3.000 cruceristas para conocer su comportamiento.
El director de CLIA en España, Alfredo Serrano, ha puesto en valor la generación de riqueza de la actividad de cruceros y ha señalado que estas embarcaciones están a la vanguardia en la reducción de su impacto en el medio ambiente. «Somos un sector que genera riqueza y es sostenible», ha dicho.
Serrano ha subrayado que el sector ayuda también a desestacionalizar el turismo ya que un grupo de cruceristas tan importante como los norteamericanos suelen llegar en octubre y noviembre, fuera del pico del verano.
