Ascó (Tarragona) (EFE).- Las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs (Tarragona) están “preparadas” para alargar su vida útil, con inversiones anuales de entre 90 y 100 millones de euros para garantizar la fiabilidad de sus instalaciones, y se mantienen a la “expectativa” por si el Gobierno abre esa posibilidad.
“Nuestras tres centrales -Ascó I y II y Vandellòs II- han pasado revisiones periódicas de seguridad y están en perfectas condiciones técnicas. Seguimos invirtiendo unos treinta millones de euros al año en cada grupo para continuar mejorando”, ha afirmado el director general de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II (ANAV), Paulo Santos, durante un encuentro este martes con los medios de comunicación.

El caso de Almaraz
Santos considera “una buena noticia” que las empresas propietarias de la central de Almaraz (Iberdrola, Endesa y Naturgy) hayan solicitado al Gobierno que posponga su cierre dos años, hasta 2030.
“Estamos a la expectativa para ver qué reacción hay por parte del Gobierno. Queremos que todo el parque nuclear en España siga funcionando y que las centrales de Ascó y Vandellòs puedan aspirar también a operar más años”, ha señalado Santos, que no ha detallado si Endesa e Iberdrola, propietarias de las nucleares de ANAV, van a reclamar también una prórroga formalmente.
El director general ha recordado que la nuclear estadounidense North Anna, central ‘gemela’ de Ascó y Almaraz, dispone de una autorización para operar de 80 años.
No obstante, el pleno del Congreso rechazó la semana pasada, gracias a la abstención de Junts, la enmienda que incorporó el PP en el Senado al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible para suprimir la «fecha de cese definitivo» de las centrales nucleares de Almaraz, Ascó I y Cofrentes.
Permisos más allá de 2030
Ascó I tiene permiso de explotación hasta 2030; Ascó II, hasta 2032; y Vandellòs II, hasta 2035. “La ampliación no depende de nosotros, lo que sí depende de nosotros y haremos hasta el último día que nos permitan es operar nuestros tres grupos nucleares de manera totalmente segura”, ha señalado Santos.
En sentido, ANAV ha llevado a cabo un proceso de relevo generacional de su plantilla, que tiene una media de edad de 46 años. “Hemos contratado personal joven para cubrir a la gente que se ha jubilado”, ha apuntado el director general.

Así, ahora cuentan con 1.914 empleados, entre propios y externos, a los que se suman entre 1.000 y 1.200 durante las recargas de combustible.
Entre los retos de ANAV para 2026 destaca la construcción de nuevos almacenes temporales individualizados (ATI) de combustible gastado. Su previsión es que el de Vandellòs II esté disponible antes de abril de 2027 y el de Ascó, antes de octubre de 2027.
Carga fiscal
Por otra parte, Santos ha lamentado la carga fiscal que asumen las centrales nucleares. “En cinco años ha aumentado un 71 %”, ha indicado.
“Casi el 60 % de nuestro presupuesto en 2025 es para impuestos, y desde 2020 hemos pagado casi 809 millones de euros por la ecotasa ambiental catalana”, ha concretado.
Santos ha manifestado que “sin esta carga fiscal, los precios de la energía serían más competitivos para las empresas”, y ha señalado que, en un escenario sin nucleares en Cataluña, el polígono industrial de Tarragona sería el que “sufriría más”. EFE