Barcelona (EFE).- Las personas migrantes que fueron desalojadas del antiguo instituto B9 de Badalona (Barcelona) han ocupado el albergue municipal de Can Bofí Vell, que cerró sus puertas en abril de 2024.
Precisamente, el Govern propuso la reapertura de este emplazamiento como alternativa habitacional a los desalojados del antiguo B9, una idea que el Ayuntamiento de Badalona, encabezado por Xavier Garcia Albiol (PPC), descartó.
En una carta dirigida al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, los antiguos residentes anuncian que «se han protegido de la calle, el frío y la lluvia» en el antiguo albergue municipal y preguntan al mandatario catalán si les «volverán a echar otra vez sin alternativa» habitacional.

400 personas en la calle
El miércoles pasado, los Mossos d’Esquadra desalojaron el antiguo instituto tras una orden judicial a instancias del Ayuntamiento de Badalona, que tiene previsto reconvertir el edificio en una comisaría de la Guardia Urbana, una ejecución que dejó en la calle a unas 400 personas en pleno diciembre.
Diferentes entidades sociales, como Cáritas y Cruz Roja, han creado un dispositivo de acogida de emergencia que intentó ayer domingo habilitar la parroquia de la Mare de Déu de Montserrat de Badalona para que 15 personas pudieran alojarse allí, pero una protesta vecinal lo impidió.
Los redactores de la misiva dirigida a Illa aseguran que, en el antiguo instituto, «podían cocinar, levantarse e ir a trabajar», mientras que, a la intemperie, «están con el agua hasta los tobillos».
«La jueza que autorizó el desalojo dijo que teníamos que tener alternativa habitacional. Y aquí estamos, en la calle, sin ayuda de servicios sociales municipales ni de la Generalitat», lamenta la carta, que plantea al president «por qué somos maltratados de esta manera» si «le hemos visto repetir que Cataluña es una tierra de acogida».
Decenas de personas aún duermen bajo la C-31
De hecho, decenas de personas migrantes siguen debajo de un puente de la autopista C-31 en Badalona a la espera de que se les encuentre una solución habitacional.
Bajo la lluvia que riega este lunes las calles badalonesas, las organizaciones sociales han llevado material y comida a los desalojados.
Uno de ellos, Abdul, ha explicado a TV3 que «no sabe a dónde ir» tras la desocupación del antiguo B9 y el rechazo expresado por parte de los vecinos.

Las entidades no tienen esperanzas depositadas en las administraciones públicas, como han verbalizado la fundadora de la Unió Segones Oportunitats, Yolanda Akpoli, y el portavoz de Badalona Acull, Carles Sagués.
«Si estamos esperando a que venga alguien a dar apoyo aquí, que sea el ayuntamiento o (alguna) administración, esto no pasará porque ya vemos que no quieren hacer nada», ha lamentado Akpoli.
Sagués, por su parte, ha subrayado que «no ha habido ninguna actuación contundente» por parte de la Generalitat para «arreglar» la situación.
El ayuntamiento y la Generalitat, en contacto
Casi un centenar de personas se situaron ayer a las puertas de la parroquia de la Mare de Déu de Montserrat de Badalona para bloquear la llegada de esos migrantes subsaharianos y se vivieron momentos de tensión, por lo que el alcalde de Badalona acudió al lugar para intentar calmar los ánimos.
De hecho, fuentes del ayuntamiento han explicado a EFE que el consistorio está en contacto con la Generalitat, aunque no han precisado más detalles.
El Sindicat d’Habitatge Socialista de Catalunya, junto a otras entidades, ha convocado para esta tarde una concentración «urgente» en Can Bofí Vell para denunciar el «ataque racista muy grave» que, a su entender, se produjo ayer al evitar la entrada de los migrantes en la parroquia.
Asimismo, el Sindicat de Llogateres i Llogaters ha organizado una recolecta «de emergencia» para cubrir las necesidades de los desalojados, con especial énfasis en objetos de higiene personal -cuchillas de afeitar o toallitas- y prendas -zapatos, ropa interior nueva o ropa térmica-. EFE