Barcelona – El diseñador Miquel Aparici, que ejerció durante 25 años como director de arte de la revista El Jueves, inició una carrera artística con el cambio de siglo hasta convertirse en uno de los referentes del arte hecho con piezas recicladas, un mundo en el que confluyen su pasión por la arqueología urbana y la biología.
El artista ha presentado esta semana en la galería Villa del Arte del Passeig de Gràcia de Barcelona una de sus espectaculares figuras hechas con material de desecho, que reutiliza para construir sus obras artísticas, en este caso una escultura de un gran león del Atlas, una subespecie mayor que los felinos de las sabanas africanas, que se extinguió en libertad a principios del pasado siglo.
Un inicio artístico pintando con café y una cuchara
En una entrevista con Efe, Aparici, que estudió en la Escola Massana de Barcelona y se encaminó hacia el diseño gráfico, recuerda sus inicios como artista cuando ya tenía 35 años, momento en que empezó a hacer dibujos de animales con café y azúcar y una cucharita a modo de pincel, unas obras que llegaron a una galería de Barcelona “y lo vendí casi todo”.
Su vida artística empezó a cambiar desde ese momento de forma vertiginosa, pues “a los tres meses desde que empecé a pintar ya estaba exponiendo y a los 9 meses ya exponía en una galería de Nueva York”.
Su siguiente paso fue dar volumen a las imágenes que hacía con la cuchara utilizando técnicas de ensamblaje, “lo que me encantó y a partir de aquí dejé el dibujo con café y empecé a hacer esculturas, siempre con material reciclado”.
Su afición a la arqueología, en este caso urbana, le ha ayudado a la incesante búsqueda de materiales y piezas antiguas de todo tipo en mercadillos, fábricas clausuradas o internet, que clasifica y almacena en un gran taller que dispone en el edificio Freixa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
“Lo tengo bastante organizado y hay un cierto orden dentro de mi caos porque necesito ver las piezas y de una ojeada buscar la que me hace falta y construir así las cosas que me gustan”, explica Aparici.
Fascinado por el mundo animal
Asegura que no es que se haya especializado en la construcción de figuras de animales, sino que “es lo que me sale de dentro”, y rememora que cuando era pequeño en la escuela “tenía una profesora que hizo que me enamorara de la biología”, además de quedar fascinado por los libros o álbumes de cromos donde aparecían todo tipo de especies.
Miquel Aparici empezó su particular universo animal con la construcción de pequeñas piezas, pero con el tiempo ha llegado a elaborar animales a tamaño natural, el último el imponente león norteafricano, y anteriormente un rinoceronte, una jirafa, un elefante, un caballo o un gorila, además de innumerables perros, pájaros o peces, de mayor o menor tamaño.

Miquel Aparici posa junto a su figura de un león del Atlas creado con piezas recicladas. EFE/Katia Mariñosa
Detalla que para construir cada pieza elabora primero un “esqueleto” y a partir de él va colocando las diferentes piezas de reciclaje procurando que se adecuen a la forma y al conjunto, “sin trabajarlas mucho”, aunque a veces no queda más opción que adaptarlas, como cuando ha tenido que fabricar la melena del león con láminas procedentes de 30 paragüeros de latón.
“Cuando empiezo la figura, no sé cómo acabará. Me divierto mucho avanzando sobre la marcha, pues avanzando acabo por encontrar las piezas”, relata Aparici, que precisa que tardó tres meses en completar el gran felino.
Como director de arte en El Jueves, cargo que ejerció de 1996 a 2020, era el responsable de dar forma y ordenar la revista a través de los originales que le llegaban de los dibujantes, algo “muy diferente a lo que hago ahora, pero mi mente ya estaba o funcionaba antes con imágenes”.
Arqueología y Biología eclosionan creando un mundo propio
Si bien optó por estudiar diseño, su amor por la arqueología, la biología y el arte acabaron eclosionando en las figuras que construye, porque en su mente “la arqueología, que es buscar materiales y la biología, que va de crear animales, se han juntado y han creado un mundo que es mi mundo y que tiene también su lógica”.
La finalización de la pieza del león y su exposición en la galería ubicada en el Hotel Mandarin Oriental de Barcelona ha coincidido con un reportaje que le ha dedicado la revista “Piece With Artist Magazine” trabajando en su taller.
Además de exponer en numerosas galerías de Barcelona, la obra de Miquel Aparici ha viajado a otras ciudades, como Madrid, Nueva York, Copenhague, Friburgo, Viena o Milán.
También se ha expuesto en ferias internacionales, como Art Bodensee (Austria), Art Copenhaguen (Dinamarca) y Art Fair de Colonia (Alemania), y en espacios como el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona y el templo de la Sagrada Familia, donde mostró piezas inspiradas en los animales del mundo gaudiniano.
