Madrid (EFE).- La comunidad universitaria ha vuelto a denunciar este jueves en las calles de Madrid la «asfixia» financiera que sufren las universidades públicas y su rechazo a la nueva ley que aprobará el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que considera la huelga de dos días convocada por las plataformas estudiantiles «política» y sin sentido.
Alrededor de 6.500 personas, según las estimaciones de la Policía, entre estudiantes, profesores y trabajadores, se han manifestado en la segunda jornada del parón universitario para exigir una mejora de la financiación de la educación superior en la región, que, según sus promotores, ha sido «un éxito total» y ha tenido un seguimiento «masivo».
En la Universidad Complutense, entre un 90 % y un 100 % han secundado la huelga este jueves, con piquetes informativos, muchas facultades y bibliotecas cerradas y aulas vacías, mientras que en la Autónoma y en la Rey Juan Carlos el seguimiento también ha sido alto, del 85 % y del 80 %, respectivamente, según CCOO, que apoya junto a UGT, CGT y CNT a las plataformas en defensa de las seis universidades públicas madrileña convocantes del parón.
En la Politécnica (UPM) han secundado la huelga un 60 %, un 50 % en la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y un 40 % en la Carlos III (UC3M), en una jornada repleta de movilizaciones.
‘Universidad pública y de calidad’
Tras una pancarta con el lema ‘Universidad pública’ y coreando consignas como ‘Universidad pública y de calidad’, miles de personas han recorrido las calles del centro de la capital, que han vuelto a ser escenario del choque de la comunidad universitaria con el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Más Madrid y PSOE han acudido a la marcha para apoyar las reivindicaciones ante «la asfixia financiera» del Gobierno de Díaz Ayuso a las universidades públicas, y han pedido que retire la nueva ley autonómica que, según han denunciado, acaba con su autonomía.
En la segunda jornada de huelga se han sucedido las movilizaciones, con una marcha al mediodía de medio millar de estudiantes, docentes y trabajadores, que han salido de la Ciudad Universitaria, pasando por el centro de la ciudad, con destino a la Plaza de Juan Goytisolo, junto al Museo Reina Sofía, donde han organizado una comida antes de unirse a la manifestación que ha puesto el broche final al parón universitario.
También han llevado en la mañana de este jueves su protesta a la sede del PP en la calle Génova y a la Puerta del Sol con una gran lona con el lema ‘No al Ayusazo Universitario’, contra el borrador de la nueva ley universitaria, a través de la cual, según denuncian, el Gobierno regional busca «reforzar el control político sobre las universidades públicas y confrontar con el Ejecutivo central».
Ayuso deslegitima a los huelguistas
Poco antes de la marcha, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y los consejeros del Gobierno regional han reivindicado su formación en la universidad pública, con el mensaje en X de «yo, sí», junto a una imagen con el lema ‘Formada en la universidad pública’ rodeando en un círculo a un corazón.
Para el Gobierno de Díaz Ayuso, es una huelga «política» y «no tiene ningún sentido», según ha manifestado el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, que ha acusado a los partidos de la izquierda de aprovechar la ocasión para «intentar embarrar el terreno de juego» y «mancharlo todo».
El próximo 4 de diciembre, los promotores de la huelga han convocado una concentración a las puertas de la Asamblea de Madrid coincidiendo con el debate a las enmiendas a la totalidad de los presupuestos regionales presentadas por los grupos de la oposición, Más Madrid, PSOE y Vox, porque «la lucha sigue».
Según la profesora Eva Aladro, portavoz de las plataformas de las seis universidades públicas madrileñas, esto es «una carrera de fondo» porque ahora se van a aprobar los presupuestos regionales para 2026, pero también comienza el debate sobre la ley de universidades, que exigen su retirada o, de lo contrario, seguirán las movilizaciones.
