El primer reproductor portátil de música del mundo, el Walkman. EFE/Archivo

Gabinete X recupera las emociones que unieron a “la última generación lenta”

Carla Aliño | València (EFE).- La llamada Generación X, integrada por las personas nacidas entre 1965 y 1980, compartió una misma forma de afrontar la vida, independientemente de dónde naciera o viviera, marcada por la lentitud que imprimía el todavía entonces mundo analógico, pero también por “el desencanto” y “el miedo a venderse”.

En eso profundiza “Gabinete X” (editado por GeoPlaneta), el último libro de la escritora y creativa viguesa Nuria Pérez que no pretende ser una recopilación de anécdotas sobre los objetos e historias que marcaron los años 80 y 90, sino un retrato de aquellas sensaciones y emociones que unieron a la que define como “la última generación lenta”.

“No es un libro sobre la nostalgia”, aclara tajante Pérez, creadora del premiado pódcast “Gabinete de Curiosidades“, en una entrevista con la Agencia EFE donde explica que su intención ha sido hacer un recorrido sobre aquello que unió a su generación.

Nuria Pérez, creadora del podcast ‘Gabinete de curiosidades’. EFE/Archivo

Entre esas cosas, encontramos la intimidad y dedicación que imprimían a las relaciones las cartas, las cabinas de teléfono o el teléfono fijo, o esa capacidad de asumir más riesgos pues los errores y equivocaciones duraban poco tiempo, al no quedar inmortalizados para siempre en las redes sociales.

Boomers y millenials

Pero sobre todo, lo que unió a esta generación, minoritaria frente a los “boomers” (su predecesora) y los “millenials” (su sucesora), fue, según Pérez, el desapego y la desafección, y “el miedo a tener que venderse al mundo corporativo que tanto había detestado”.

“Nos vendían el último ‘gadget’ como el no va más y resulta que a los dos años había que tirarlo porque ya no había Betamax, no había walkmans, no había CD”, destaca esta creativa, que ha vivido gran parte de su vida en Milán y Londres y ha sido directora creativa de clientes como Coca-Cola, Kellogg´s o Nestlé.

Recuerda también que fueron los “JASP” (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, un lema publicitario de Renault) pero veían con horror cómo sus hermanos mayores o tíos jóvenes se habían convertido en “los yuppies”, esa gente “que había perdido el alma, totalmente infeliz y sin vida personal, siempre cansada y exhausta”.

“Pero nuestro mayor miedo -dice- fue el miedo a venderse”, tal y como reflejan muchas de las películas de los inicios de los 90, como ‘Reality Bites’ (Bocados de realidad), y cuyo mayor exponente fue Kurt Cobain, el líder de Nirvana, que soñaba con un contrato en una gran discográfica y se odió profundamente en cuanto lo firmó.

La última década lenta

El origen del libro se debe, en parte, al pódcast “Gabinete de Curiosidades”, especialmente a un episodio de la segunda temporada titulado “La última década lenta”, que ha sido “el que más ha resonado en la audiencia”, pero también a su condición de madre de dos adolescentes, y el interés por contarles cómo creció y vivió.

Su objetivo no es enseñar cómo educar ni presentar esa época como mejor que la actual, pues cree que los jóvenes de ahora “nos oodan mil vueltas” en muchas cosas y tienen suerte con todas las posibilidades que les ofrece internet.

Pero sí cree que han perdido cierta capacidad de correr riesgos y equivocarse, ya que ahora “cualquier discusión tonta se puede volver enorme a través las redes sociales”, cosa que en nuestra época, cuando llegabas al día siguiente al colegio, “ni te acordabas de con quién habías discutido”.

“Ahora todo perdura, todo permanece y cualquier error tonto de un peinado, de un grano o de lo que sea puede quedar inmortalizado en redes sociales inmediatamente, y hay miedo a experimentar, a equivocarse, a arriesgarse. Y eso es una pena”, señala Pérez.

Hilos y conexiones

Con su característico estilo de hilvanar historias entre el pasado y el presente, Nuria Pérez aprovecha que la década de los 80-90 está de moda, gracias, en parte, a la serie “Stranger Things” (Netflix) para profundizar en las sensaciones de la época y crear hilos en los que mostrar las influencias o conexiones de varios de los acontecimientos o creaciones de la Generación X.

“Me parecía interesante analizar, por ejemplo, que Charles Dickens tiene mucho que ver con las películas de Ethan Hawke y Winona Ryder, o que John Steinbeck tiene mucho que ver con algunos libros que leímos”, explica.

Junto a esto, en el libro podemos conocer también la vida de los inventores del teléfono o de los vaqueros, las vicisitudes del imperio Avon y, por supuesto, a escritores como Douglas Coupland, quien dio nombre a la Generación X, o a directores de cine y músicos que pusieron imágenes y sonido esta época. EFE
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