Representación de la obra 'Pull & Play' de la Companyia Sonora, el día de su estreno en el Teatre del Raval. La obra forma parte del proyecto Sordonora. EFE/ Natxo Francés

Artistas y personas sordas se fusionan en un proyecto escénico inclusivo

Eva Batalla | València (EFE).- Un equipo creativo integrado por actores, músicos, técnicos de sonido e imagen, artistas gráficos y un lutier se han fundido con un grupo de personas sordas en una “escucha mutua”, que ha dado como resultado “Pull & Play”, una obra teatral multimedia e inclusiva bautizada con el apelativo de “sordosonora”.

Se trata del primer espectáculo de la Companyia Sonora, producido por los valencianos LaCasaCalba, cuyo proceso fue grabado por Andreu Signes en “Sordonora”, un documental que se estrenará el próximo 6 de mayo en la sección oficial del Festival DocsValència, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània.

“La idea era hacer una pieza escénica sonora con la participación creativa de las personas sordas, que fuera integradora, que ellos pudieran venir a ver junto a gente oyente y en la que todos pudiéramos aprender unos de otros”, señala en una conversación con EFE Franscesc Burgos, director artístico de La CasaCalba, con sede en el Teatro del Raval de Gandia (Valencia).

El equipo de Burgos presentó la idea a la convocatoria Art for Change de La Caixa, que subvenciona proyectos que trabajan la inclusión social de colectivos en situación de vulnerabilidad a través del arte, y fue una de las 18 elegidas entre las 200 propuestas presentadas a nivel nacional.

Burgos, junto al músico, actor y pedagogo Cento Carbó, y la Asociación de Personas Sordas de Gandia (Apesorga) iniciaron el trabajo conjunto que plantearon como un proceso de “aprendizaje mutuo”, que fue tomando forma de guion de una pieza escénica bajo la dirección teatral de Ruth Palonés.

Francesc Burgos (d), director artístico de La Casa Calba, José Juan Signes (c), presidente de la Asociación de Personas Sordas de Gandia y Miguel Ángel Cuevas (i), educador social, integrantes del proyecto Sordonora. EFE/ Natxo Francés

Concienciación medioambiental

La CasaCalba promueve también la concienciación, mediante el arte, de la problemática ambiental relacionada con la proliferación desmesurada de residuos, que aplicó al proyecto.

Contó para ello con el lutier Ángel Di Stefano, que se encargó de la elaboración de una “torre” con instrumentos musicales creados a partir de objetos reciclados, adaptados a la pieza escénica y a las diferentes sensibilidades sonoras de la comunidad sorda, con ayuda del técnico audiovisual Jesús Melo.

El resultado fue “Pull & Play”, la historia de dos astronautas, “Pelut i Pelat” -interpretados por Burgos y Carbó- que viajan por el espacio sin rumbo tras perder la conexión con la base de operaciones e intentan, a través de señales sonoras, contactar con ellos de nuevo.

Las señales las captará un planeta habitado por personas sordas, que les ofrecerán acogida y con quienes aprenderán una nueva forma de comunicación a través del lenguaje de los signos.

El presidente de la Asociación de Personas Sordas de Gandia, José Juan Signes, uno de los actores principales de la obra, se muestra entusiasmado con el resultado del proyecto. La mayoría de personas sordas que aparecen en escena no habían tenido ninguna experiencia con la interpretación, explica, salvo algún taller o pequeñas obras teatrales, en espacios internos del colectivo.

Francesc Burgos (d), director artístico de La Casa Calba, José Juan Signes (c), presidente de la Asociación de Personas Sordas de Gandia, y Miguel Ángel Cuevas (i), educador social, integrantes del proyecto Sordonora. EFE/ Natxo Francés

Mímica y la expresividad, otras formas de comunicarse entre personas sordas y con los oyentes

Signes, con sordera profunda, señala que la mímica y la expresividad es, además del lenguaje de signos, una de las formas de comunicarse entre la comunidad sorda y también con los oyentes.

El equipo trabajó este recurso interpretativo en la obra, que se acompaña de una puesta en escena minimalista, en la que los astronautas visten de negro -en un guiño al color que utilizan los intérpretes de la lengua del signos- sobre un escenario blanco, y en el que la imagen, con el uso del ‘mapping’, hologramas, subtítulos, una intérprete de signos y sonidos adaptados, acompañan el viaje cósmico que ya han experimentado más de 4.000 espectadores.

La obra se estrenó en el RRRR! Festival de arte y reciclaje que organiza cada año LaCasaCalba y se incluyó en la campaña escolar que el Teatro del Raval ofrece a las escuelas, convirtiéndose en una de las obras de más éxito entre las ofertadas para este público, de edades comprendidas entre los 6 y 12 años.

Actividades paralelas

La compañía interdisciplinar ha desarrollado también, de forma paralela, otras propuestas escénicas, ha impulsado talleres interpretativos entre la comunidad sorda y de lenguaje de signos, y trabaja en una nueva instalación sonora y audiovisual.

Miguel Ángel Cuevas, educador social y el nexo entre la compañía valenciana y la asociación de sordos, elogia que el proyecto ha conseguido conjugar dos culturas de una misma sociedad, la de las personas oyentes y las sordas, a través de la “escucha”, demostrando que es posible confluir y superar las diferencias.