Un robot sirve vino a un comensal.

Robots autónomos para limpiar playas, llevarte la compra o servir la comida

Marta Rojo | València (EFE).- Llevar hasta 200 kilos de compra del mercado a casa, limpiar las playas de residuos o servir la comida en un restaurante son tareas que ahora pueden hacer robots autónomos como los que ha desarrollado la empresa Umibots, que pretenden reinventar las ciudades inteligentes.

Así lo explica en una entrevista con EFE su director ejecutivo, Clodo González, que ahora trabaja en colaboración con el centro de innovación valenciano Las Naves, en el marco de su programa Col·lab, para lanzar su MercatBot a finales de marzo.

“No fabricamos robots como churros, sino que hacemos proyectos de ingeniería muy ‘ad hoc’”, asegura González, que asegura que, en su colaboración con Las Naves, han querido dar una solución a los retos en el transporte de última milla, el que acerca los pedidos desde los centros de distribución hasta los domicilios.

En un contexto en el que “por norma europea, los centros de las ciudades van a tener que descarbonizarse y se va a restringir el acceso a los vehículos de combustión”, y teniendo en cuenta que este modelo de reparto al destinatario final tiene una alta huella de carbono, Umibots apuesta, según González, por la “robótica autónoma y sostenible”.

MercatBot permite hacer una carga de hasta 200 kilos en el lugar donde se hace la compra, funciona de forma similar a la de los coches sin conductor y utiliza para nutrirse energía fotovoltaica a través de las placas solares que lleva instaladas, que le permiten funcionar con una autonomía de 6 a 8 horas.

Circular por el carril bici

La idea, explica Clodo González, es que una vez cargado circule desde los mercados municipales hasta el domicilio de los compradores por los carriles bici de las ciudades, algo que permite el tamaño con el que ha sido diseñado, si bien exige modificaciones normativas.

Y es que “existe un vacío normativo muy grande” tanto en materia de logística de última milla como en cuanto a los vehículos que pueden circular por los carriles bici, algo sobre lo que el empresario asegura que no habría ningún peligro porque, además de llevar un sistema GPS-RTK que les permite moverse con centímetros de precisión, sus robots incluyen un sistema de visión para leer señales y semáforos.

Los MercatBots se probarán sobre el terreno en alguno de los mercados municipales de València, probablemente en el Mercado Central o en el Mercado de Ruzafa.

Robots que limpian la playa

Esta misma tecnología es la que utiliza el PlatjaBot de Umibots, un vehículo también autónomo “parecido a un tanque” que incluye “sistemas de tracción y un útil que recoge la arena, con un cribador que la filtra y un depósito al que van a parar los residuos”.

Desde la empresa ya trabajan en darle como uso principal la limpieza de las playas, porque aseguran que permite eliminar de la arena hasta los residuos más pequeños.

PlatjaBot está diseñado para que ni el calor, ni la lluvia ni la niebla lo detengan, porque cuenta con láseres LIDAR especialmente diseñados para ser utilizados incluso “en condiciones meteorológicas adversas”, que permiten detectar obstáculos hasta a 16 metros de distancia tanto de día como de noche.

Esta tecnología, que no se había visto hasta ahora en las playas, sí es frecuente en las instalaciones de los grandes fabricantes de automoción, como explica González.

Este robot se empezará a probar en las playas valencianas de la Malvarrosa y el Cabanyal a principios de abril, puesto que la idea es “que esté operativo para que pueda usarse este verano”.

A la estela del robot camarero

PlatjaBot y MercatBot se han desarrollado íntegramente con la tecnología de Umibots, pero siguen la estela que ya inició la empresa con la aplicación de su sistema de navegación y su software a los robots camareros, asistentes autónomos que pueden llevar la comida a la mesa.

“Lanzamos este robot ante la carencia de camareros y demás personal en hostelería”, relata Clodo González, que reconoce sin embargo que este es un ámbito económico “complicado”, sobre todo porque ahora mismo “no atraviesa una situación muy boyante”.

De momento, hay robots camareros de Umibots en Madrid, y en un bar cercano al hospital de Logroño que “no tenía camareros”.
Sin embargo, el director ejecutivo de Umibots es consciente de que “un robot camarero es en realidad un robot asistente de camarero”, porque nace con la intención de complementar y no de sustituir el trabajo humano.

Hasta 40 kilos de peso

Eso sí, puede “hacerlo más llevadero”, porque tiene capacidad, por ejemplo, para recoger hasta 40 kilos de peso, lo que puede ser especialmente útil a la hora de recoger las mesas, y eso “puede mejorar las condiciones de trabajo”.

Otro de estos robots camareros de Umibots, por su parte, ha evolucionado algo más y ahora hace visitas guiadas en bodegas vinícolas de La Rioja.

“Lleva un sistema acústico y de vídeo para poder contar el contenido de la visita, y el espacio de carga sirve como botellero, para que puedas seguir el recorrido, pararte y degustar un vino”, explica González, que está trabajando para implementarlo en la zona de Utiel-Requena.

A su juicio, es el momento de la robótica a esta escala porque “la pandemia y la llegada de fondos europeos han dotado a la administración pública de una capacidad económica que antes no tenía”.

“Pretendemos movernos en ciudades que apuestan por el turismo tecnológico, reinventar el concepto de ‘smart cities’, porque en este tipo de administraciones, apostar por la tecnología es un deber”, concluye. EFE