Fachada de Llocnou de la Corona, en una imagen corporativa de su web oficial.

Cinco listas electorales… para los cien habitantes del pueblo más pequeño de España

Carlos Rosique | València (EFE).- Son apenas 12.800 metros cuadrados los que componen el término municipal de Llocnou de la Corona, el municipio más pequeño por extensión de España y que para las elecciones del 28M se ha encontrado con hasta cinco listas municipales por liderar un pueblo de apenas cien habitantes.

De hecho, si dividiéramos su superficie -poco más que un campo de fútbol- entre los 109 habitantes de este municipio situado al sur de la ciudad de València, cada uno de ellos podría contar con tan solo 117 metros cuadrados de suelo, apenas lo justo para un piso en un pueblo que cuenta con ayuntamiento, iglesia y farmacia como principales servicios.

Sus alcaldables buscan mayores servicios públicos, la principal reivindicación ante el próximo 28 de mayo, en el que, pese a la relativa poca importancia del municipio, convivirán cinco listas -PP, PSOE, Compromís, Vox y Pel Dret Valencià- en las papeletas del colegio electoral, cuando en 2019 apenas eran PP y PSOE los que formaban las listas municipales.

Más listas contra el bipartidismo y por los servicios públicos

Mientras en las pasadas elecciones el PP se impuso al PSOE por 15 votos de un total de 73 escrutados, este próximo 28M el escrutinio contará con papeletas de más colores políticos que lucharán por gobernar el pueblo más pequeño de España, del que tanto PP como PSOE defienden que debe seguir siendo independiente de Alfafar o Sedaví, con los que limita su término, por pequeño que sea.

La alcaldesa del municipio, la popular Paqui Llopis, resalta que “el encanto” de Llocnou es el de ser un pueblo en el que “se respira paz y tranquilidad” a pocos kilómetros de una gran urbe como València, pero en absoluto piensa en unirse a otra población, pues “sería un insulto” a los antepasados de sus vecinos renunciar a sus raíces y al escudo del pueblo.

Llopis destaca que las principales reivindicaciones del pueblo son la de que haya al menos un centro médico con servicios mínimos al menos una vez por semana y que “evite que los vecinos tengan que ir a Alfafar a cosas tan simples como renovar recetas, partes de baja o una analítica”.

Asimismo, dice que, entre otras pretensiones, también está la de que la policía local de Sedaví y Alfafar patrullen por Llocnou a través de un acuerdo con los dos ayuntamientos o, si no, “crear una más que lógica policía mancomunada que beneficie a todos con un servicio más rápido y eficaz”.

“En los pueblos pequeños se vota a la persona, no al partido”

Por último, ante el aumento de candidaturas en un pueblo tan pequeño, Llopis asegura que esa explosión se debe tan solo al interés político, “aunque se equivocan -matiza-, pues en Llocnou se vota a la persona que representa las necesidades y preocupaciones” que tienen los vecinos en común.

Por su parte, la alcaldable socialista, Lolín Alapont, coincide con Llopis en que en los pueblos pequeños se vota a la persona y destaca que “en ningún momento” contempla unirse a otro municipio, pues Llocnou “merece la pena, porque es un pueblo con un encanto y una historia muy singulares”.

Así, ve que el aumento de listas y candidatos se debe a que los partidos políticos pueden pronosticar los resultados que pueden obtener para las elecciones generales, pero resalta que un alcalde tiene que estar por vocación, no por nada más.

Para Alapont, su principal reivindicación también es la de mejorar los servicios públicos de los vecinos, “que a día de hoy carecen de servicios sociales, de recogida de residuos, de limpieza viaria o de alcantarillado”, por lo que pretende “potenciar la identidad” de Llocnou pues actualmente “es un pueblo desierto, donde no hay vida y las calles están vacías”.