Los Jaume I premian estudios de cambio climático, conexiones neuronales y nanotecnología

València (EFE).- Los Premios Rei Jaume I, que este año celebran su trigésimo quinta edición, han galardonado investigaciones sobre cambio climático, conexiones neuronales o química orgánica, además de la trayectoria profesional de Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de la compañía alimentaria Cascajares.

El premio en la categoría de Investigación Básica ha recaído sobre Antonio Echevarren Pablos por sus contribuciones a la química orgánica, especialmente la catálisis para producir medicinas y otros materiales; el de Investigación Médica sobre Guillermina López Bendito, por sus estudios sobre los procesos de las conexiones neuronales, y el de Economía, para Olympia Bover Hidiroglu, por sus estudios sobre los mercados de trabajo, vivienda y hogares.

En la categoría de protección del medio ambiente se ha premiado a Carlota Escutia Dotti, por sus estudios sobre las condiciones ambientales cambiantes en el manto antártico y su impacto en el sistema climático global; y el premio de Nuevas Tecnologías ha recaído en Daniel Maspoch Comamala, por sus investigaciones sobre el avance de la nanotecnología y la química de materiales reticulares porosos.

Los jurados de los premios

El fallo de los jurados, formado por cerca de un centenar de personas, entre ellas veintiún premios Nobel (cuatro de los cuales lo hacen por primera vez), lo ha leído este martes el presidente ejecutivo de los Premios Rey Jaume I, Javier Quesada, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat y presidido por el president en funciones, Ximo Puig.

A los galardones se habían presentado un total 222 candidaturas, 53 de ellas mujeres (el 24 %). Se trata de los premios con mejor dotación económica del país, 100.000 euros para cada una de las categorías, con el compromiso de reinvertir una parte a la investigación y el emprendimiento en España.

Los Jaume I, un “faro” que inspira a la sociedad

El president de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, se ha referido a estos premios como un “faro” que inspira a la sociedad valenciana, una referencia internacional que proyecta un itinerario hacia la búsqueda de nuevas fronteras científicas y tecnológicas, con base en el Humanismo, la protección del Medio Ambiente, “sin negacionismos irresponsables”, y el impulso al espíritu emprendedor, “fieles al ADN mediterráneo”. “Sigamos trabajando por la ciencia y por la consciencia”, ha reclamado.

Puig ha destacado asimismo que, 35 años después, la semilla de “ilusión” plantada por el científico Santiago Grisolía con el impulso de estos galardones “ha germinado, se ha robustecido y ha mejorado nuestra sociedad” y lo ha hecho haciendo aquello que engrandece a un científico: “insistir, persistir y nunca –jamás– desistir”.

Ha asegurado que la sociedad valenciana “ha consolidado un camino del que no puede volver a desviarse” y ha advertido de que “ya lo vimos en otro tiempo: los atajos a la prosperidad abocan al precipicio”.

“El cortoplacismo acaba despeñando a un país”, ha aseverado Puig.

Seis iconos a imitar

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Premios Jaume I, el empresario Vicente Boluda, ha destacado que los premiados de este años serán seis nuevos embajadores e “iconos a imitar”, que “desde ya” trabajan para el conjunto de al sociedad.

Boluda ha agradecido al president de la Generalitat en funciones, Ximo Puig, su “enorme apoyo y consideración” hacia estos premios por convicción personal, lo que ha contribuido a su prestigio y a la conexión de la investigación, la ciencia y la empresa.

“Todos somos conscientes que el respaldo electoral abre una nueva etapa y esperamos que los que cojan las riendas integren en su estrategia la ciencia, la investigación y el emprendimiento”, ha señalado Boluda, que ha vuelto a reclamar un “gran pacto” social por la ciencia.