El expresident de la Generalitat Francisco Camps (c), llegando a la Audiencia Nacional para la última sesión del juicio contra él y una veintena de personas más por una rama del caso Gürtel. EFE/ Fernando Villar

El juicio a Camps por el caso Gürtel: Casi nueve meses de sesiones y más de 100 testigos

Madrid/València (EFE).- La Audiencia Nacional puso ayer punto y final al juicio a Francisco Camps y a más de una veintena de acusados por una rama del caso Gürtel tras casi nueve meses de sesiones intermitentes y más de un centenar de testigos para tratar de dilucidar si el expresident de la Generalitat ordenó adjudicar a la red.

Con un brevísimo turno de última palabra en el que ha agradeció la labor del tribunal y los funcionarios “durante tantísimos meses”, Camps cerró el juicio por el último fleco del caso Gürtel que tiene abierto, en el que se enfrenta a una petición de la

Fiscalía de un año de cárcel y seis de inhabilitación por tráfico de influencias en concurso con prevaricación.

Antes que él, una funcionaria de la Generalitat aseguró que siempre ha seguido la ley durante su carrera y confesó, algo emocionada, que desconoce por qué está acusada, aunque admitió al mismo tiempo que está feliz porque haya acabado un proceso “doloroso”.

La exempleada de Gürtel Isabel Jordán, ya condenada, fue la tercera de los acusados que ha accedido a hacer uso de su última palabra para comprometerse a colaborar en las piezas que quedan por juzgar.

Un expresident, tres exconsellers y ex altos cargos acusados

Junto a Camps se han sentado en el banquillo durante casi nueve meses de sesiones intermitentes más de una veintena de acusados, entre ellos tres de sus exconsellers -Alicia de Miguel, Manuel Cervera y Luis Rosado- y varios ex altos cargos como David Serra, por presuntas adjudicaciones irregulares a la trama entre 2004 y 2009.

También los considerados cabezas de la trama, que ya cumplen largas condenas y que integran la decena de acusados que ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que han reconocido los hechos a cambio de reducciones en sus peticiones de pena.

Conformidades profundamente criticadas por las defensas que no han alcanzado un acuerdo, como la del también expresident de la Generalitat, que considera que se han alcanzado “como si fuera un instrumento para sentar al señor Camps” en el banquillo.

El también expresidente del PP valenciano, absuelto en 2012 de su primer juicio de Gürtel que le llevó a dimitir un año antes -el juicio de los trajes-, siempre ha cargado contra esos pactos y este jueves su defensa ha acusado a la Fiscalía de tener una “obsesión psicopatológica” y un “interés desbordado” en pedir prisión para él.

¿La trama Gürtel se instaló en València gracias a Camps?

A lo largo de más de 40 días de juicio la Fiscalía ha tratado de probar su tesis de que fue Camps quien invitó al empresario de la trama Álvaro Pérez, El Bigotes, a trasladarse a Valencia, donde consiguió contratos públicos y se produjo -en sus palabras- una “parasitación” de las instituciones de la Generalitat.

Camps lo ha negado tajantemente desde el primer momento y ha tratado de combatir la grabación en la que se refería a él como “amiguito del alma” la Nochebuena de 2008: En su declaración aseguró que tenía una “relación política” y no personal con él y apuntó a la “dirección nacional” del PP como la “gran instancia” que decidió contratar con la trama.

Esta supuesta relación ha causado gran controversia en el juicio y resulta un punto importante para la acusación de la Fiscalía, que atribuye a Camps haber dado instrucciones a una ex alto cargo para adjudicar a la trama Gürtel el montaje de un expositor en 2009.

Con el informe final en el que el abogado de Camps ha pedido su absolución y la última palabra de tres acusados, la Audiencia Nacional ha puesto fin a esta pieza del caso Gürtel, que aún tiene pendiente dos ramas por juzgar, catorce años después del inicio de la operación policial.