El presidente del Colegio de Médicos de Alicante, Hermann Schwarz; el director de la oficina autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat, Bartolomé Pérez, y el presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana, Carlos Fornes, durante los diálogos EFE Salud sobre Salud Mental. EFE/Biel Aliño

El Consell hará un estudio para combatir problemas de salud mental en personal sanitario

València (EFE).- La Generalitat impulsará en los próximos meses un estudio que analice “los efectos psicosociales” entre el personal sanitario y que permita diagnosticar los problemas de la sanidad valenciana y encontrar soluciones para salvar “la joya de la corona de este país”, que es el sistema sanitario.

Así lo ha explicado el director de la oficina autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat, Bartolomé Pérez, durante los diálogos EFE Salud sobre Salud Mental en los que también han participado el presidente del Colegio de Médicos de Alicante, Hermann Schwarz, y el presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana, Carlos Fornes.

Para Pérez, en la prevención de la salud mental del personal sanitario “hay que entrar sí o sí”, porque “no es un tema de moda”, sino que hay una prevalencia de entre un 40 y un 45 % de profesionales que en algún momento cuentan con algún tipo de problema de salud mental.

El director de la oficina autonómica de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat, Bartolomé Pérez, durante los diálogos EFE Salud sobre Salud Mental. EFE/Biel Aliño

Esta es “una línea prioritaria” y “un compromiso” dentro del Plan de Salud Mental que ya impulsa el Consell para cuidar “la joya de la corona de este país”, que es el sistema sanitario y en cuya base está el personal sanitario, al que “hay que apoyar” y “ofrecerle herramientas”, comenta el responsable de la oficina autonómica.

Esta medida, explica Pérez, busca hacer un primer análisis de la realidad de la sanidad valenciana, ya que el personal sanitario ofrece unos porcentajes muy superiores a la media en cuanto a estrés, ansiedad u otras enfermedades relacionadas y, “por primera vez en la historia el indicador de salud mental, es mayor en empleados sanitarios que en desempleados”, según una encuesta del pasado noviembre.

Bartolomé Pérez expone que esas condiciones laborales y sociales también es determinante para falta de médicos y la fuga de talento.

Una medida consensuada

Carlos Fornes insiste en que, según datos de la Confederación de Salud Mental, más de un millón de personas en España padecerá un trastorno grave durante algún periodo de su vida. Que muchas de esas personas no estén diagnosticadas y sigan trabajando implica riesgos especialmente graves en profesiones como la medicina, “porque son los sanitarios quienes están cuidando la salud de las personas, que es lo más importante”.

Para Fornes, el sistema sanitario “no se cambia ni en uno o cinco años”, puesto que es “muy complicado y es hablar de muchas cosas a la vez”, pero subraya que ya desde 2005 los países miembros de la Unión Europea declararon prioritario potenciar la salud mental “enfatizando en el fortalecimiento de los factores protectores y la prevención de los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo”.

Identificar el problema de la salud mental

El presidente de la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana reivindica asimismo la necesidad de “un plan específico que identifique dónde está el peligro, dónde está el problema y cómo mejorar los protocolos para poder incluirlos en un plan laboral”.

Es también una medida apoyada por Schwarz, que reclama un pacto sanitario nacional “que no dependa de colores” y que permita cubrir las necesidades “con diez o doce años de antelación”, ya que “el sistema sanitario no puede ir ni a acelerones ni a frenazos”.

De hecho, el presidente del Colegio de Médicos de Alicante (COMA) subraya el problema que supone el hecho de que no se cuide al personal y exista una fuga de especialistas.

Así, Schwarz avisa de que desde la pandemia el personal ha pasado de “ver cómo alargar su vida laboral a los 67 años a ver cómo se pueden prejubilar antes”. EFE