El diputado de Compromís en Les Corts Juan Bordera, uno de los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel. EFE/Biel Aliño

El diputado de Compromís Bordera volvería «mañana» a la Flotilla pese a haber sufrido «una pesadilla»

València (EFE).- El diputado de Compromís en Les Corts Valencianes Juan Bordera, uno de los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel tras haber firmado el documento aceptando que su entrada en el país fue ilegal, ha asegurado este lunes que en los últimos días ha vivido «una pesadilla» pero, a pesar de ello, volvería mañana «sin duda».

En declaraciones a los medios desde València, Bordera ha relatado los daños físicos y psicológicos y el «trato vejatorio» que sufrieron tras ser retenidos por Israel, entre ellos golpes (a él en las costillas), no dejarles dormir despertándoles hora, rifles apuntándoles, perros a punto de ser lanzados contra las personas encerradas en «habitaciones inhumanas», comida caducada o agua no potable.

«Nos trataban como animales y presumían de ello diciendo que como somos animales no necesitamos doctores», asegura Bordera, quien afirma que han «temido» por su vida y la respuesta y atención consular «ha sido absolutamente insuficiente».

El diputado de Compromís en Les Corts Valencianes Juan Bordera, uno de los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel tras haber firmado el documento aceptando que su entrada en el país fue ilegal, durante su comparecencia ante los periodistas este lunes en la que ha asegurado que en los últimos días ha vivido "una pesadilla" pero, a pesar de ello, volvería mañana "sin duda". EFE/Biel Aliño

Un trato «vejatorio»

Preguntado por las sensaciones que tiene tras lo vivido, ha dicho que son «muy contradictorias: de felicidad por estar en casa y por no haber sufrido más de un par de golpes y de violencia psicológica como los demás que estaban allí, y de infelicidad por la gente que aún no está en su casa».

Según explica, tras el abordaje por el Ejército israelí y mientras estaban siendo grabados «fueron bastante dignos y casi diría amables», pero cuando dejaron de ser grabados «empezaron los golpes, maltratos y las vejaciones».

«Es muy difícil describir con palabras lo que se ha vivido allí, ha sido una pesadilla», asegura el diputado, quien señala que sufrieron una «violencia física dura», ya que a él le dieron un golpe en las costillas que aún tienen que mirarle en el hospital y a un compañero le rompieron un brazo, y un trato «vejatorio».

Explica que tuvieron que presionar para que a un compañero de 80 años diabético le dieran insulina porque llevaba tres días sin medicación, y a una compañera con problemas cardíacos le dijeron que no era «una emergencia hasta que no se le pare el corazón».

El diputado de Compromís en Les Corts Valencianes Juan Bordera, uno de los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel tras haber firmado el documento aceptando que su entrada en el país fue ilegal, durante su comparecencia ante los periodistas este lunes en la que ha asegurado que en los últimos días ha vivido "una pesadilla" pero, a pesar de ello, volvería mañana "sin duda". EFE/Biel Aliño

Escasa presión internacional

Preguntado por si la atención consular ha sido digna, Bordera ha respondido que cree que ha sido «lo más digna que han podido porque la situación ha sido muy difícil», y así y todo «ha sido absolutamente insuficiente».

«Tendría que haber habido una respuesta más clara y más presión internacional, no solo del Gobierno de España sino de otros de otros países, para que hubiera sido más fácil todo esto», ha indicado para añadir que ni él ni muchas compañeras han podido recibir atención consular y solo han tenido asistencia legal de las compañeras de Adala, un colectivo de abogadas palestinas que estaban allí.

«Ha sido todo muy ajetreado, con un Gobierno que está poniendo todos los obstáculos posibles para que recibiéramos un trato digno», ha añadido para achacar la falta de atención consular en un 80 o 90 % por culpa del Gobierno israelí y en un 10 % al Gobierno español por no gestionarlo «de manera un poco más clara y directa».

Sobre por qué sabe de las personas que aún están retenidas por Israel, ha señalado que están incomunicados y sabe que algunas están en huelga de hambre «al tiempo que beben agua no potable, tenía color gris. La situación de preocupación por su salud es máxima».

También ha indicado que no ha hablado con ellos y él mismo no tuvo derecho a una llamada desde la interceptación hasta los tres o cuatro días que han pasado en la prisión, no ha habido trato con ninguna autoridad y la mayoría de las personas no han podido recibir ni asistencia consular ni legal.

El diputado de Compromís en Les Corts Valencianes Juan Bordera, uno de los 21 activistas españoles de la Flotilla Global Sumud liberados por Israel tras haber firmado el documento aceptando que su entrada en el país fue ilegal, durante su comparecencia ante los periodistas este lunes junto a la diputada, Isaura Navarro, en la que ha asegurado que en los últimos días ha vivido "una pesadilla" pero, a pesar de ello, volvería mañana "sin duda". EFE/Biel Aliño

Diferencia de trato según el país

El diputado de Compromís también se ha referido a la diferencia de trato que había en los presos dependiendo de su país de origen, y explicado que los primeros en salir fueron los italianos «no por casualidad, ya que el Gobierno de Meloni es aliado de Israel».

Después fueron repatriados los de Malasia «porque tienen una relación muy complicada con Israel y algo habrán negociado», posteriormente los ingleses y luego «ya nos tocó a los españoles». «El Gobierno de España no ha sido aliado en absoluto de Israel y al menos eso hay que reconocérselo», ha precisado.

Bordera asegura que a pesar de todo lo vivido volvería mañana «sin duda».

«Creo que lo que se ha hecho es un paso imprescindible pero no suficiente, y si hay que volver, se volverá a ir», ha explicado para detallar que hay ocho barcos de la Flotilla que están llegando y una nueva tanda de nueve naves también se están dirigiendo a Gaza en los próximos días y «probablemente también serán interceptados de forma ilegal en aguas internacionales».

Preguntado por el recurrido jurídico y legal de lo ocurrido, Bordera ha señalado que cualquier «cosa que se pueda hacer a nivel legal hay que hacerla».

A su juicio, ha sido la presión de la sociedad civil «la que ha obligado a los gobiernos a hacer alguna que otra cosa».

Según Bordera, lo que se está viendo en Gaza es un «genocidio indescriptible» y afirma que según la relatora de la ONU Francesca Albanese las cifras de víctimas civiles asesinadas son diez veces más que las oficiales, lo que podría elevar la cifra a 700.000 en dos años.

Respecto a las criticas de Vox a la Flotilla, el diputado de Compromís ha dicho: «Se tienen que aclarar qué somos, porque en el fondo lo que se intenta es manchar la imagen hacia un lado o hacia otro. O somos los del ocio o somos los de Hamás».

«Cualquier cosa vale para no reconocer que hay un Estado que está cometiendo un genocidio. Lo ha reconocido la ONU y prácticamente la totalidad de los gobiernos del planeta. Creo que Estados Unidos e Israel se están quedando cada vez más solos en la defensa de una ilegalidad absolutamente aberrante y horrible que se está dando ahora mismo», ha denunciado.

Tras señalar que algunos barcos lograron lanzar al mar la ayuda humanitaria, ha abogado por abrir un corredor humanitario estable y permanente, «una responsabilidad que no debería haber recaído en la sociedad civil, sino en los Gobiernos».