Finestrat (Alicante) (EFE).- El recién investido president de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, ya está pensando en ponerse a trabajar y en nombres para su futuro Consell pero ha dicho que «hay que medir los tiempos» y habrá que esperar a que llegue el martes, que es cuando toma posesión del cargo.
Así lo ha afirmado Pérez Llorca a su salida del Ayuntamiento de Finestrat (Alicante), donde ha acudido este viernes para presentar su renuncia como alcalde, y donde ha afirmado que lo primero es jurar o prometer el cargo y a partir de ahí «hablar de todas las cosas de la Generalitat».
«Diría mentiras si no dijera que ya estoy trabajando, pensado y pensado en nombres y en ponerse a la faena cuanto antes posible. Hay mucha faena por hacer pero ya llegará el martes, hay que medir los tiempos», ha manifestado.
Preguntado por posibles cambios en el Gobierno valenciano, ha respondido que lo primero es que hay que jurar o prometer un cargo, «es lo que dice la ley, y a partir de ahí a hablar ya de todas las cosas de la Generalitat».
Pérez Llorca fue investido president de la Generalitat este jueves en Les Corts Valencianes con los votos del PP y Vox, en sustitución de Carlos Mazón, quien presentó su dimisión el 3 de noviembre, y tomará posesión del cargo el próximo martes, una vez su elección se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Despedida del Ayuntamiento de Finestrat tras 21 años
En declaraciones a los periodistas a su llegada este viernes al Ayuntamiento de Finestrat para presentar su renuncia como alcalde, ha reconocido estar «contento» por el cargo que asume pero también ha dicho que es para él un día «un poco triste» por tener que despedirse de una localidad a la que ha servido como concejal o alcalde los últimos 21 años.
Pérez Llorca ha sido alcalde de este municipio de menos de 10.000 habitantes pegado a Benidorm durante los últimos 10 años, con mayorías absolutas cada vez más amplias, hasta el punto de que en las elecciones municipales de 2023 fue uno de los alcaldes más votados, con el 73,4 % de los sufragios y 11 de los 13 concejales del pleno.
«Tiene su tristeza y su corazoncito despedirte de todos tus compañeros, de tantísimas personas que han trabajado conmigo tantos años», ha dicho, pero ha agregado que ayer asumió un reto y una responsabilidad y tiene que «intentar hacer las cosas bien».
Ha considerado que en el pueblo hay «una mezcla de sensaciones», ya que por un lado, la gente «se siente orgullosa de que un finestratí esté al frente de la Generalitat», pero al mismo tiempo «el alcalde se va» y después de tantos años se había establecido «una confianza y una relación personal» con las personas «muy afectiva».
Pérez Llorca ha dicho que no asistirá al pleno municipal que se celebra a las 13 horas de este viernes, pues cree que no le corresponde hacerlo, ya que ha venido a presentar su renuncia, a despedirse y a desear «lo mejor al pueblo de Finestrat, un pueblo ejemplar».

Bienvenida a la persona que le sustituirá
Ha dado la bienvenida a la persona que le sustituirá, que está previsto que sea la popular Nati Algado, primera teniente de alcalde y actualmente alcaldesa en funciones, aunque ha indicado que es «una decisión que debe tomar la Corporación, que es soberana de votar y hay que respetar los tiempos y las formas siempre».
Preguntado por si se hubiera planteado aspirar a la Generalitat en caso que Mazón no hubiera dimitido, ha señalado que «hacer previsiones en política resulta muy difícil y complicado», y ha afirmado que él siempre tiene los pies en el suelo y se dedica a lo que le encargan o a lo que eligen sus vecinos.
A su salida del Ayuntamiento, Pérez Llorca ha dicho que ha encontrado un ambiente «muy entrañable» pues el equipo que integra el Consistorio es «formidable» y maravilloso» y «trabaja duro todos los días».
Ha destacado que aún le quedan algunos trámites que hacer, por lo que volverá para «aclarar algunas cositas que faltan» y también para despedirse de más trabajadores y compañeros, y se ha mostrado convencido de que el Ayuntamiento va a seguir creciendo y mejorando la calidad de vida de los vecinos y los servicios.