Un detalle de la obra "Trasluz" (2018) de Joan Genovés, durante la inauguración de la exposición retrospectiva que revisa seis décadas de trabajo y de compromiso con la realidad política y social del pintor valenciano. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

La primera retrospectiva completa de Genovés ahonda en su compromiso social

València (EFE).- La retrospectiva más completa del pintor Joan Genovés, un recorrido por más de seis décadas de su universo artístico, de compromiso social y político con su tiempo y de creación de un lenguaje universal que trasciende a nuestros días, se presenta hasta el 16 de abril en la Fundación Bancaja de València.

Entre las más de 70 obras que se exponen figura el icónico cuadro “El abrazo” (1976), de la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y que se encuentra habitualmente en el Congreso de los Diputados, el lienzo inacabado en el que trabajaba antes de su muerte, en mayo de 2020, y textos inéditos del autor.

El título de la muestra, Joan Genovés, es además una petición del propio artista, ante su “frustración” por haber perdido su nombre en valenciano con el que le llamaban de niño, según ha relatado la comisaria de la exposición, María Toral, en la presentación a la prensa de la exposición, que podrá visitarse desde este viernes.

Dos visitantes contemplan la exposición del pintor Joan Genovés, durante la inauguración de la retrospectiva que revisa seis décadas de trabajo y de compromiso con la realidad política y social del pintor valenciano. EFE/ Juan Carlos Cárdenas
Dos visitantes contemplan la exposición del pintor Joan Genovés, durante la inauguración de la retrospectiva que revisa seis décadas de trabajo y de compromiso con la realidad política y social del pintor valenciano. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

Falta de reconocimiento a Genovés en museos españoles

Pablo Genovés, hijo del artista, ha agradecido a la Fundación Bancaja que haya apostado por su padre con esta retrospectiva y ha echado en falta el reconocimiento de los museos españoles -entre ellos el Reina Sofía- sobre todo del lado político de su obra, ya que “siempre ha estado escondida”.

Genovés ha reivindicado además un museo de la guerra y la transición, a partir de una labor científica, que refleje todas las partes y “sane esa herida” y a su juicio suponga un verdadero “abrazo” con esta parte de nuestra historia.

Por su parte, el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, ha señalado que desde esta entidad se ha querido rendir homenaje y un reconocimiento al trabajo del artista por “dignificar al ser humano en cualquier circunstancia”, además de un “testimonio” para las futuras generaciones.

Tratamiento de la figura humana

El recorrido expositivo aborda su trabajo individual -tras su paso por los colectivos como “Los Siete” (1949), “Parpalló” (1956) y “Hondo” (1960)- que inició en los años 60 con el tratamiento de la figura humana en el contexto social y político del momento, y que le acompañó hasta su muerte.

“Juan entiende que el arte no puede llegar a transformar la realidad pero sí cambiar nuestra forma de ver la vida y de entender la historia y creó un lenguaje universal y atemporal”, ha destacado Toral.

La exposición parte de un escenario oscuro y negro, con cuadros en blanco y negro, un ambiente que ofrece la sensación de “angustia” que reflejó en sus primeras obras, junto a textos inéditos del autor que nos acercan al “ser humano” detrás del artista.

De finales de esta etapa es también la obra influenciada por el Pop Art, inundada de colores para denunciar los crímenes de guerra, y una serie ya en los años 70 en la que se olvida otra vez del color influido por el cine negro.

De este momento creativo es una de sus obras más conocidas “El abrazo”, por el que estuvo encerrado en un calabozo ocho días y cuyos derechos generados los donó el autor a Amnistía Internacional, con imágenes de terror, tribunales de orden público y una muestra de su activismo social y político.

Pablo Genovés, hijo del pintor Joan Genovés, posa ante la obra más icónica de su padre, "El abrazo", procedente del Congreso de los Diputados, durante la inauguración de la exposición retrospectiva que revisa seis décadas de trabajo y de compromiso con la realidad política y social. EFE/ Juan Carlos Cárdenas
Pablo Genovés, hijo del pintor Joan Genovés, posa ante la obra más icónica de su padre, “El abrazo”, procedente del Congreso de los Diputados, durante la inauguración de la exposición retrospectiva que revisa seis décadas de trabajo y de compromiso con la realidad política y social. EFE/ Juan Carlos Cárdenas

Los humanos empequeñecidos de Genovés

En los años 80, con la llegada de la democracia, el artista sufrió una etapa de transición y buscó un lenguaje nuevo con el que llegar al público, con ciudades y hombres en los que sigue experimentando, hasta llegar a los años 2000 en los que crea “multitudes”, figuras humanas empequeñecidas, que esconden el trasfondo de “las personas que han sufrido y lo combaten con una apariencia de sencillez”, ha señalado la comisaria.

Obras con las que “se adelanta a su tiempo y trazan caminos en los que estamos absolutamente aborregados”, añade Toral, y que se explican en sus textos y los títulos de los cuadros.

Pablo Genovés, hijo del artista, ha recordado a su padre como una persona que daba una imagen exterior de “muy optimista y extrovertido” pero que ocultaba un “dolor en su interior muy profundo”, que se inició con sus vivencias de niño en la guerra, en su València natal, junto al estadio de Mestalla, que pasó de ser el escenario de su gran afición, el fútbol, a acoger fusilamientos.

De su última etapa ha destacado que “estaba metido como nunca en la pintura por sí misma”, tuvo una vida “muy plena a pesar de todas sus angustias de ser un resistente” y hasta la misma mañana antes de morir estaba trabajando en su estudio con su último cuadro, que se expone por primera vez.