El director de cine cántabro Álvaro García posa durante un encuentro con la Agencia EFE. EFE/ Pablo Ayerbe

“The Winter Hunger”, un filme de zombies “low cost” que triunfa por el mundo

Santander, 30 oct (EFE).- Con un presupuesto “de guerrilla” y planteado como un proyecto colaborativo, el largometraje “The Winter Hunger” ha recorrido festivales de todo el mundo cosechando una veintena de premios con un guión adaptado a los escasos medios con los que contaba su director, el cántabro Álvaro García.

En una entrevista con EFE, García estima que la película, en la que desembolsó alrededor de 20.000 euros, habría costado entre cuatro o cinco millones de haberse rodado como una producción convencional.

La mayor parte del filme, cuya preventa ya está disponible en Blu-Ray en España después de hacerlo también en países como Estados Unidos, Corea del Sur o Taiwán, se desarrolla en una casa de Palencia, a la que pudieron acceder, según confiesa García, porque es propiedad de su suegra.

“Si hubiésemos tenido que alquilar la casa para el rodaje la película hubiera sido imposible”, apunta el director, quien señala que ningún actor cobró por su trabajo.

Iluminando los interiores con “velas y farolillos” y utilizando en su mayoría material cedido, el proyecto salió adelante con el compromiso de “un grupo de entusiastas” y con un equipo 90 % cántabro.

Tan solo se pagaron la música y los retoques del montaje final, y con ayuda de las subvenciones del Ayuntamiento de Torrelavega y el Gobierno de Cantabria.

Así, a lo largo de un año, el grupo de actores se trasladó durante los fines de semana a Palencia, con el guión preparado un día antes, lo que supuso complicaciones para lograr continuidad en la película. “Hay casos en el que de plano a contraplano habían pasado cuatro meses”, explica.

Esto se une al trabajo de postproducción realizado por un estudio profesional catalán como favor, que duró hasta cuatro años, cuyo coste como servicio habría sido de “unos 850.000 euros” y que hubiera dejado una película con unos grandes efectos especiales.

UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA

Al igual que el propio rodaje, García cuenta en “The Winter Hunger” es una historia de supervivencia en la que los protagonistas viajan desde una Santander posapocalíptica hacia un pueblo del interior.

García planteó un guion flexible, consciente de las limitaciones presupuestarias y la disponibilidad de los actores, así como las dificultades que fueron surgiendo a lo largo del año que duró el rodaje.

“Una de las actrices, Ana Luisa Pérez de la Osa, tenía una escena con lluvia. Cogió una bronquitis, de la bronquitis se fisuró una costilla y estuvo cuatro meses de baja”, relata el director.

Este contratiempo se arregló al insertarla digitalmente con un croma, pero la versatilidad de la historia, planteada como un apocalipsis zombi de infectados por una mutación del virus de la rabia común, ayudó a que la película saliera adelante.

“Si algún actor tenía un problema, cambiaba el guion para matarle y ya está”, bromea García.

Además, cuenta el director, tras finalizar el rodaje, que se compone de más de un millar de planos, se tuvieron que doblar prácticamente todos los diálogos, en su casa “y bajo una manta” para aislar el sonido.

VIAJE POR EL MUNDO

A pesar de que fue concebida “para divertirse” y sin pretensiones, el largometraje cántabro ha dado la vuelta al mundo, comercializándose en Estados Unidos, Corea del Sur y Taiwán y estando presente en quince países.

“Sin pretensión, ni proyección, nos empezaron a seleccionar en festivales”, expone García, quien detalla que el filme ha acumulado 42 selecciones, 57 nominaciones y 20 premios, incluida su selección en el Dracula Film Fest de Rumanía, y el premio a Mejor Largometraje Internacional en el Atlanta Horror Film Festival.

Entre los galardones, destacan las categorías de mejor largometraje de terror, mejor largometraje de bajo presupuesto, mejores efectos visuales, mejor película zombi, mejor dirección de arte, y mejor actor y actriz de Reparto para Esther Lastra y Jeison Ossa.

“No esperábamos nada de esto, ha sido sorpresa tras sorpresa”, confiesa el director.

Pablo Ayerbe Caselles