Palma, 7 abr (EFE).- Andy Kohlberg y Alfonso Díaz, presidente y consejero delegado de Negocios del Real Mallorca, se han mostrado “orgullosos” de un equipo que aunque “se dejó el alma” en el estadio de La Cartuja de Sevilla en la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club de Bilbao, no pudo regresar con el trofeo este domingo a Palma.
“Hay que seguir en esta línea. Los jugadores lo dieron todo, estamos muy orgullosos de ellos y de nuestra afición, y ya hay que preparar la visita del Real Madrid. El sábado nos jugamos puntos muy importantes”, dijo Díaz poco después de la llegada del autobús mallorquinista al estadio Son Moix.
Muy pocos aficionados acudieron a recibir al equipo del mexicano Javier Aguirre al aeropuerto de Palma y al estadio Son Moix.
“Todos estaban en Sevilla y esperamos que tengan un buen viaje de regreso”, explicó Díaz. “Estamos tristes, pero orgullosos del equipo”, insistió Kohlberg en declaraciones realizadas en la zona de aparcamiento del estadio Son Moix.
La frustración por haber perdido la segunda Copa del Rey en los lanzamientos de penaltis, como ocurrió frente al FC Barcelona en el estadio de Mestalla en 1998, es manifiesta, pero Díaz y Kohlberg prefieren centrarse en LaLiga.
El Mallorca solo está a seis puntos del descenso y la próxima jornada recibe al Madrid, líder del campeonato.
“Esperamos que la afición nos acompañe el sábado. Les necesitamos. Fue increíble ver las gradas del gol norte de La Cartuja teñidas de lo colores mallorquinistas. Tras la tanda de penaltis los jugadores fueron ovacionados. Rozamos la Copa y fue una lástima que los penaltis nos quitaran la posibilidad de traerla a casa”, aseveró Alfonso Díaz.
