El entrenador del Valencia CF Rubén Baraja gesticula en la banda, en un partido en el estadio de Mestalla de Valencia. EFE/Biel Aliño

Baraja, de hablar de salvación del Valencia a querer “ganar en cualquier campo”

València (EFE).- El técnico Rubén Baraja firmó este miércoles su segunda renovación con el Valencia y si tras la primera el pasado verano insistió en que el objetivo del club era conseguir la permanencia, mientras que Europa eran los llamados “puestos de privilegio”, su discurso ahora ya es distinto y tras la firma del nuevo contrato pidió ser autoexigentes y “creer” poder ser capaces de ganar “en cada campo y a cualquier rival”.

El entrenador vallisoletano fue el primero en pedir al club al inicio del pasado curso que saliera a definir el objetivo de la entidad, que terminó siendo el de permanecer en Primera División y “mejorar los puntos” de la temporada 2022-23, un curso en el que el Valencia coqueteó con el descenso y, de hecho, no se salvó de manera matemática hasta la última jornada y en parte gracias al impulso de su llegada en febrero de 2023.

No obstante, tras una temporada en la que dejó atrás los fantasmas del descenso, Baraja recordó que “la idiosincrasia de este club y su filosofía es de siempre competir en cualquier campo contra cualquier rival” y por ello reclamó subir la autoexigencia para “crecer” estos próximos años, tras haberse acercado en años anteriores de manera peligrosa a la Segunda División pero después de haber sentado en esta pasada campaña las bases de su proyecto.

El técnico del Valencia CF, Rubén Baraja, durante una rueda de prensa. EFE/Biel Aliño

Jornada 21 de la Liga: Puesto décimo octavo, 20 puntos

Cuando regresó a la entidad en aquel mes de febrero Baraja asumió una situación complicada, cuando, tras la jornada 21 de Liga, el Valencia era décimo octavo en la tabla con veinte puntos y sin visos de mejora tras seis cinco encuentros seguidos perdiendo.

Todavía empeoró la racha hasta las seis derrotas consecutivas, aunque Baraja, no sin sufrimiento, logró redirigir al Valencia hacia la permanencia, haciendo de Mestalla el escenario clave para cambiar la dinámica, ya que consiguió triunfos ante Real Sociedad, Osasuna, Valladolid y Real Madrid que resultaron clave para voltear esa situación y amarrar la salvación con dos empates ante el Espanyol y el Betis en las dos últimas jornadas.

A pesar de conocer perfectamente el lugar histórico del Valencia, pues como jugador disputó varias temporadas la Liga de Campeones con el club, consiguió dos Ligas, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey, Baraja fue el primero en reclamar que el club saliera a reconocer cuál era el objetivo dada la plantilla que había y fue la presidenta, Layhoon Chan, quien pese a no querer “hablar de una posición concreta en la tabla”, dijo que era “permanecer en Primera División” y “asegurarse” de “no volver a sufrir”.

Baraja hizo referencia en varias ruedas de prensa a lo comentado por Chan y se limitó a exponer que ese, y “mejorar los puntos de la temporada pasada”, eran los objetivos del club, aunque ese discurso empezó a diluirse pues tras la jornada 12, cuando no había pasado ni un tercio de Liga, el Valencia ya sumaba 18 puntos, casi la mitad de los necesarios para sellar la salvación.

Todavía se ratificó más cuando, tras un brillante mes de enero, en el que el Valencia encadenó cuatro victorias ligueras consecutivas, el Valencia se puso séptimo, con 32 puntos y a falta de 17 jornadas por disputar.

Fue entonces cuando, preguntado por la opción de entrar en Europa, Baraja empezó a repetir tres palabras para no mentar Europa: “Puestos de privilegio”. En la previa del partido ante el Atlético de Madrid de la jornada 22, el vallisoletano comentó que en ese momento estaban “más cerca de los puestos de privilegio que de los de abajo”, pero afirmó que no significaba nada.

Baraja da indicaciones a sus jugadores durante un partido. EFE/Biel Aliño

Atrás queda la cautela al trasladar objetivos ambiciosos

Desde ese momento, repitió una y otra vez esa fórmula para no hablar de Europa, ni tampoco de competiciones europeas. “Si en la jornada 38 lo conseguimos, la diré, pero estamos aún en la 31”, llegó a comentar en la previa del choque ante el Real Betis en Mestalla que supuso un encuentro directo por entrar a la Liga Conferencia, aunque no lo logró, puesto que el Valencia acabó noveno al término de la Liga.

No obstante, esa cautela a la hora de trasladar objetivos ambiciosos por parte de Rubén Baraja parece haberse quedado atrás en las últimas semanas. Tras firmar su renovación, el vallisoletano explicó que tiene las ganas y la energía con la que “seguir trabajando durante las dos próximas temporadas para hacer crecer al equipo”, unas declaraciones que se asemejan al discurso de este pasado curso.

Sin embargo, Baraja también habló de dar un paso adelante: “La idiosincrasia de este club y su filosofía es de siempre competir en cualquier campo contra cualquier rival. Tenemos que ser muy autoexigentes con nosotros mismos para tratar de mejorar las cosas que creo que podemos mejorar”, subrayó el entrenador vallisoletano, que ahora pide ‘algo más’ a su equipo.

Aunque consciente de que “Mestalla volverá a ser determinante para cumplir los objetivos” que se marque el club esta campaña, y que él todavía no define, Baraja incidió en que sus jugadores también tienen que “creer” que son “capaces de ganar en cualquier campo y contra cualquier rival”.