Apis, un buey que se acerca ya a los 2.000 kilos. EFE

Apis, el buey de casi 2.000 kilos que nació gracias a un tutorial de youtube

Ávila, 18 ago (EFE).- Apis, un buey que se acerca ya a los 2.000 kilos, nació el 28 de junio de 2016 gracias a un tutorial que siguieron por youtube sus dueños, el matrimonio integrado por Jaime Jorba y Cristina Pérez, que no tenían experiencia en estas lides, ni tampoco un veterinario que les echara una mano en su primer parto.

Ahora, seis años después, Apis, hijo de Isatis y Georgia, pasta a sus anchas por un entorno natural privilegiado al sur de la Sierra de Gredos, donde Jorba y Pérez decidieron a finales de 2015 crear la Finca Viturón, en el municipio abulense de Candeleda (5.000 habitantes).

Apis, nombre de un dios solar del antiguo Egipto, fue el primer ternero que llegó al mundo en esta singular granja familiar, convertida en un proyecto de vida para este joven matrimonio de 39 años, cuatro de cuyos cinco hijos forman parte de esta aventura iniciada hace casi siete años.

Daniela fue la única de los cinco que llegó al mundo antes de que el madrileño Jaime Jorba y la salmantina Cristina Pérez se embarcaran en esta aventura, abandonando sus proyectos profesionales, cuando sus vidas se cruzaron en Valladolid, donde trabajaba ella. Desde entonces, ya nunca más volvieron a separarse.

Fruto de ello, además de su extensa familia, se puso en marcha Finca Viturón, ubicada en el término municipal de Candeleda, en un lugar privilegiado en el que las 20 cabezas de Limousín se han convertido en cerca de 200 en una finca de 40 hectáreas, a la que se suma otra de 80 donde se cultiva el forraje necesario para los momentos de escasez.

Actualmente cuentan con 100 vacas, 80 terneros, 15 vacas viejas y 5 bueyes, aunque en un futuro muy próximo pretenden apostar por las vacas viejas y por hacer que 80 de los 100 terneros se conviertan en bueyes, atendiendo a la demanda de su carne por parte de un consumidor que en el 30 por ciento de los casos es de restauración y en el resto individual.

Todos los ejemplares reciben un trato personalizado, hasta el punto que las hembras cuentan con una especie de ‘hospital’ en el que son tratadas durante el parto y los bueyes son peinados y tratados a diario, dentro del programa de control de mejora de la raza, en el que los terneros son criados en libertad junto a sus madres y alimentados con su leche.

Así, este matrimonio ha conseguido consolidar y ampliar un proyecto que se inició con 6 trabajadores que ahora son 13, formando parte de una gran familia y cumpliendo de esta forma el deseo de Jaime Jorba, que desde pequeño acompañaba a su abuelo, José María Jorba, a su finca en Oropesa (Toledo).

El primer fruto de Finca Viturón fue Apis, que nació con muchas dificultades, sobre todo por la falta de experiencia de Jaime y Cristina, quienes querían tener la asistencia de un veterinario en su primer parto, para posteriormente saber asistir a las vacas que fueran dando a luz en su granja.

El 28 de junio de 2016 Georgia se puso de parto y el joven matrimonio llamó a un veterinario que nunca llegó, de ahí que se vieran obligados, no sin los nervios normales de una primera vez, a asistir a la vaca, después de esperar en torno a una hora.

Ante la ausencia de un experto, Jaime se conectó a un canal de youtube para aprender, a través de un tutorial y en tiempo récord, cómo asistir al parto de una vaca.

Cristina Pérez reconoce a Efe que cometieron errores, pero que Apis finalmente nació, en medio de la felicidad del matrimonio que, desde entonces, ha asistido a muchos más y ya cuenta con la necesaria experiencia para atender a las vacas correctamente.

Ahora, seis años después, Apis, que fue castrado a los 3 meses de vida, se ha convertido en un imponente buey que pesa más de 1.600 kilos, pero que “puede llegar a superar los 2.000”, según Pérez, quien afirma que pueden quedarle hasta cuatro años más de desarrollo.

Sin embargo, la ganadera salmantina tiene sus dudas acerca de llegar a sacrificarlo, porque Apis es algo más dentro del proyecto Finca Viturón, ya que sus hijos le tienen como “uno más de la familia”.

“Es algo sentimental”, afirma Pérez, que habla con orgullo de su propia familia, pero también de un proyecto nacido casi a la par, el de Viturón, del que forma parte el ‘dios’ Apis, un ejemplar que también puede convertirse en ‘sagrado’.EFE

1010617

agg/erbq

(foto)