Madrid, 19 ene (EF).- Bankinter obtuvo un beneficio neto de 560 millones de euros en 2022, un 28 % más que el año anterior, con lo que superó los resultados previos a la pandemia y a la segregación de la aseguradora Línea Directa, gracias al incremento de los ingresos recurrentes en todas sus líneas de negocio.
La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) se situó en el 12 %, frente al 9,6 % de 2021, sin tener en cuenta la plusvalía lograda con la venta de Línea Directa, ha explicado la entidad en una nota remitida al supervisor del mercado bursátil español, la CNMV.
En cuanto a la solvencia, la ratio de capital de máxima calidad CET1 “fully loaded”, es decir, incluyendo todos los requerimientos normativos, sube hasta el 12 %, “muy por encima” del mínimo establecido para Bankinter por el Banco Central Europeo (BCE) para todo 2023, que es del 7,726 %, el mismo que el año anterior.
Los créditos concedidos crecieron un 9,1 %, hasta los 74.243,4 millones de euros, y solo en España, esta cartera aumentó un 5,3 %, seis veces más que la media del sector, en tanto que en Portugal el incremento fue del 15 % y en Irlanda se duplicó, según el banco.

Al mismo tiempo, la morosidad de estos créditos se redujo al 2,10 % frente al 2,24 % de hace un año, a pesar del “empeoramiento del entorno macroeconómico”, con una cobertura para insolvencias del 66,3 %, mejor que el 63,6 % de diciembre de 2021.
En cuanto a los recursos minoristas de clientes, entre ellos los depósitos, se situaron en 75.164,3 millones de euros, un 3,7 % más, mientras que el total de recursos gestionados fuera de balance, como fondos de inversión, se redujo un 9,4 %, debido a la “mala evolución de los mercados de renta fija y renta variable”.
Todos los márgenes de la cuenta de resultados del banco crecieron de forma notable frente a 2021, gracias al incremento de los tipos de interés en la zona del euro y también “al mayor impulso comercial del banco, que se ha traducido en mayores volúmenes, especialmente, de la cartera de inversión”.
Así, el margen de intereses, que incluye casi todos los ingresos, creció un 20,5 %, hasta los 1.536,7 millones de euros, mientras que el margen bruto, que añade las comisiones, cerró 2021 por encima de los 2.000 millones por primera vez en la historia de la entidad, en 2.084,3 millones.
El margen de explotación antes de provisiones creció un 16,4 % y alcanzó los 1.166,3 millones, tras asumir unos costes operativos que crecieron un 7,6 % por las inversiones realizadas en nuevos proyectos, el incremento de la plantilla y los mayores costes regulatorios.
En cuanto al negocio hipotecario, la cartera sumó 33.700 millones de euros, con un crecimiento del 2,8 % solo en España, frente a la media del mercado, que creció el 0,4 % y una nueva producción en todas las geografías y también en EVO, de 6.700 millones, un 13 % más.
Bankinter calcula que destinará hasta 200 millones al nuevo impuesto bancario
Bankinter tendrá que destinar en total un mínimo de 160 millones de euros y un máximo de 200 millones al pago del nuevo y controvertido impuesto a la banca, por los beneficios “extraordinarios” que obtenga en 2022 y 2023.
Así lo han explicado hoy en rueda de prensa la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, y el director financiero, Jacobo Díaz, durante la presentación de las cuentas del año pasado, que cerró con una ganancia neta de 560 millones de euros, un 28 % más que en 2021, gracias a los ingresos recurrentes.
Según ha señalado Dancausa, la tasa es “injusta” y “confiscatoria” y es lo suficientemente relevante como para frenar un poco la evolución de la entidad, aunque está convencida de que seguirán generando ingresos a buen ritmo y que 2023 será un buen año en cuanto a resultados, igual que ha sido 2022.
Pese a todo, el banco pagará el impuesto cuando se le indique y lo recurrirá “de inmediato”, ha dicho Dancausa, que se ha negado a explicar qué argumentos técnicos utilizarán para justificar el recurso cuando decidan elevarlo a los tribunales.
En cualquier caso, ha insistido, lo importante no es si la banca gana mucho dinero o no, sino lo injusto de imponer otra tasa a un sector que ya paga más impuestos que muchos otros y que es “tan importante” para financiar el crecimiento de la economía.