Madrid (EFE).- El consumo nacional de cemento cerró 2022 con una caída del 0,8 %, sin embargo, con 14,9 millones de toneladas se convierte en el segundo mejor ejercicio de los últimos once años, según ha avanzado este viernes la patronal del sector, Oficemen.
De cara a 2023, la agrupación de fabricantes de cemento prevé que el consumo se mueva entre el 0 % y una caída del 3 %, que dependerá de la evolución macroeconómica, del grado de ejecución de los proyectos, del impacto de las elecciones y de la llegada de los fondos europeos.
Pese a las previsiones que manejaba la asociación a comienzos de 2022, tras los fuertes incrementos de enero y febrero, el estallido de la guerra de Ucrania y las consecuencias que de ella se derivan enfriaron las perspectivas de la industria, que finalmente terminó 2022 en rojo.
No obstante, las cifras de consumo confirman que 2022 fue un buen año al marcar el segundo mayor dato desde 2012, solo superado por el de 2021, que alcanzó los 15 millones de toneladas tras aumentar un 11 % interanual. Además, tras los picos de consumo a partir de 2005, se observa una estabilización del mercado, ha señalado el presidente de Oficemen, José Manuel Cascajero.
Sin embargo, España está lejos de los 27 millones de toneladas de Alemania y ocupa la vigésima posición europea por consumo “per cápita”.
Bajo grado de ejecución
Entre los factores que explican la caída de 2022 destaca el grado de ejecución de los proyectos, que está por debajo del 60 %, y que responde fundamentalmente a la revisión de precios de los contratos por el aumento de los costes, que ha obligado a renegociarlos o dilatarlos, ha explicado el director general de la patronal, Aniceto Zaragoza.
Todo ello pese a que la licitación pública creció casi un 28 % en 2022 superando los 30.000 millones.
En este retroceso ha influido también la caída del 6,3 % registrada en diciembre por el impacto de las lluvias y en el que se perdieron cerca de 80.000 t respecto a 2021. Una caída que dejó atrás el aumento de noviembre después de su semestre a la baja.
Las exportaciones siguen sin remontar
Las exportaciones de cemento y clínker cayeron un 16,8 % en 2022 hasta los 5,6 millones de toneladas, la mitad de lo que se alcanzaba en 2009 y las previsiones para 2023 siguen sin ser optimistas ya que España ha perdido mucha competitividad por el pacto verde europeo con respecto países de fuera del entorno y las ventas extracomunitarias se han reducido significativamente.
Por su parte, las importaciones también registraron una caída del 5,4 % hasta los 1,3 millones de toneladas.
Reclamaciones del sector
Oficemen reclama un cambio en las reglas del mercado eléctrico mayorista y contar con subastas de energía de generación inframarginal ya que el coste eléctrico se ha cuadruplicado y el de CO2 y combustibles fósiles triplicado.
Además, pide nuevas medidas para compensar el coste eléctrico, una mayor reducción en los cargos, el cumplimiento del Mecanismo europeo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM), mayor agilidad en las licitaciones o que los requisitos medioambientales se incluyan en los pliegos.
El sector cementero, que no prevé un riesgo por la contracción del sector inmobiliario ante la subida de los tipos, se marca como reto la neutralidad climática en 2050.
