Fotografía que muestra una obra sin terminar este miércoles en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

El ajuste económico en Argentina le pasa la factura a la industria y la construcción

Por Natalia Kidd |

Buenos Aires (EFE).- La industria y la construcción sufrieron un durísimo revés durante el primer trimestre del año en Argentina, impactadas por el ajuste económico y una elevadísima inflación que ha aplastado la demanda.

Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad industrial registró en marzo pasado una caída del 6,3 % con respecto a febrero último, acelerando con fuerza el ritmo de deterioro con respecto a las tasas de los dos primeros meses del año.

De acuerdo al informe oficial, en marzo la actividad industrial se desplomó 21,2 % respecto a igual mes de 2023, encadenando así diez meses de bajadas interanuales, mientras que en el primer trimestre el sector manufacturero acumuló un derrumbe del 14,8 %.

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“La industria registró en marzo una marcada caída interanual, que en algunas actividades resultó similar a los registros del inicio del confinamiento (por la pandemia de covid-19) en 2020.

En el trimestre todas las ramas industriales acumulan un retroceso en la comparación con el año anterior, con las mayores caídas entre los bienes de capital y los de consumo durable”, observó en un informe la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

El ajuste económico contrajo la industria un 3,1 %

En el primer trimestre, la industria operó en un escenario de elevada inflación (287,9 % interanual en marzo; 51,6 % acumulada en los tres primeros meses del año) y caída del consumo, que, de acuerdo con cálculos privados, se contrajo un 3,1 % en el primer trimestre.

“El sector industrial enfrenta ciertas dificultades en el marco de la suba de costos (energía, insumos importados) y la disminución en los niveles de demanda, tanto de los hogares como de otras industrias y de la construcción”, señaló en un informe la Unión Industrial Argentina, la mayor entidad patronal del país.

Obreros descansan en una obra de construcción, en Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

Javier Milei, quien asumió la Presidencia argentina en diciembre pasado, ha puesto en marcha un severo plan de ajuste con el objetivo de recuperar el superávit fiscal, lo que ha supuesto drásticos recortes de gastos con impacto en la economía real.

Con ingresos deprimidos en los hogares, el consumo se contrajo notablemente, obligando a su vez a muchos sectores a rebajar el ritmo de producción ante la caída de la demanda.

Obras públicas paralizadas

El complejo escenario económico también afecta a la actividad de la construcción. Las obras públicas están paralizadas por el corte en el gasto estatal dispuesto por el Gobierno, mientras que en el sector privado el encarecimiento en dólares de los inmuebles y de los materiales para la construcción desalientan las operaciones en el sector.

“El freno drástico de la obra pública y el achicamiento marcado de la brecha cambiaria, que encareció los costos en dólares, actúan como lastre para el sector”, comentó la consultora LCG en un informe.

De acuerdo a los datos difundidos este miércoles por el Indec, la construcción se hundió en marzo 14,2 % con respecto a febrero y 42,2 % en términos interanuales, acumulando en el primer trimestre un derrumbe del 30,3 %.

El desplome en la construcción ha impactado de lleno en los empleos en el sector, que, según los datos oficiales publicados este miércoles, descendieron un 11,6 % interanual en febrero último, hasta los 398.289 puestos de trabajo.

De acuerdo a la consultora Politikon Chaco, esta caída del empleo en el sector de la construcción es la peor en tres años, habiéndose perdido 84.458 puestos formales desde septiembre pasado.