París (EFE).- Stellantis sufrió una pérdida de 2.256 millones de euros en el primer semestre, lo que contrasta con los 5.647 millones de beneficios que había obtenido un año antes, muy afectado por la guerra arancelaria, pero también por el resultado comercial discreto de algunos de sus modelos recientes.
El grupo automovilístico, que presentó este martes sus cuentas semestrales en un comunicado, estimó que esa guerra arancelaria le va a costar unos 1.500 millones de euros este año, de los cuales 300 millones en la primera mitad del ejercicio.
La facturación experimentó un bajón del 13 % a 74.261 millones de euros, y eso se explica en primer lugar por el descalabro en Norteamérica, donde los ingresos se hundieron un 26 % a 28.198 millones a causa en buena medida a la reducción de la producción de vehículos y componentes importados a causa de esos aranceles que trastocó su funcionamiento industrial.
Entre enero y junio, sus ventas de automóviles se quedaron en 647.000 unidades en Norteamérica, cuando habían alcanzado 838.000 en el mismo periodo de 2024.
A ese golpe en la que suele ser la primera región en importancia para Stellantis por el volumen de negocios y sobre todo la rentabilidad se añadió un descenso del 2 % en Europa, su otro gran polo de negocio, hasta 29.241 millones de euros.
En el Viejo Continente, el principal problema fue que los vehículos que la compañía ha lanzado recientemente no están funcionando tan bien como se había anticipado y su incremento de ventas se está haciendo esperar.
Sudamérica
Sudamérica compensó, pero sólo muy parcialmente, los descensos en Norteamérica y Europa, con un alza de la facturación allí del 5 % hasta 7.769 millones de euros a la que contribuyó en parte importante Argentina.
En Oriente Medio y África, el volumen de negocios se redujo un 1 % a 4.944 millones de euros, y eso sobre todo por los cambios de cotización de algunas de las monedas de la región, en particular la lira turca.
En términos globales, el resultado operativo ajustado de Stellantis en este primer semestre se hundió un 94 % hasta 540 millones de euros, lo que representó un margen del 0,7 %, muy alejado del 10 % que había conseguido en la primera mitad de 2024.
Además, las salidas de flujo de caja en la actividad industrial en el primer semestre representaron 3.005 millones de euros, comparados con los 392 millones un año antes.

El nuevo consejero delegado de Stellantis, Antonio Filosa, reconoció que 2025 va a ser un año «duro» para la empresa «pero también el de una gradual mejora».
Filosa hizo hincapié en que «son evidentes los signos de progreso» si se compara el segundo trimestre con el primero en las ventas, los ingresos y el resultado operativo., y eso a pesar de «la intensificación de los vientos contrarios externos».
«Nuestro nuevo equipo dirigente -avanzó- con realismo sobre los retos, seguirá tomando las decisiones duras necesarias para restablecer un crecimiento rentable y mejorar significativamente los resultados».
El grupo dio algunas guías sobre lo que espera en el segundo semestre, empezando por un incremento de la facturación respecto al primero, un margen de resultado operativo de un dígito y a un nivel bajo y un flujo de caja industrial que será mejor que en la primera mitad del año.