Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La empresa Miverva Bunkering, que opera en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria con tres gabarras y una terminal de 64.000 metros cuadrados, que modernizará con tres millones de euros, prevé que los gasóleos fósiles y los biocombustibles seguirán siendo los más demandados en este puerto hasta 2035 y que el metanol tendrá un nicho residual.
Así lo ha estimado este martes su director comercial, Pablo Sansó, quien, junto al director general de la compañía, Tyler Baron, han formado con la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada, un acuerdo para reforzar el posicionamiento de La Luz como centro logístico de abastecimiento de combustibles en el Atlántico Medio.
En este puerto, líder español en suministro de combustibles tras Algeciras (Cádiz), tal y como ha recalcado Calzada, este operador proyecta abrir una segunda terminal, lo que negocia con Puertos de Las Palmas, y que podría ubicarse en el entorno del muelle de La Esfinge, donde se encuentran las instalaciones de la petrolera Orix, ha referido Sansó.
Respecto al futuro del mix energético que está llamado a ofertar el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, donde el suministro de combustible creció un 32 % en 2024, Calzada ha subrayado que en este ámbito Puertos de Las Palmas trabaja para «consolidar y reforzar este liderazgo con inversiones e infraestructuras» de los operadores, «pero, sobre todo, adaptándose a la realidad que marca el mercado internacional, las rutas, las navieras y los proveedores».
«Sabemos que tenemos que estar preparados para el futuro, para la creciente demanda de servicios que conllevará la transición energética y la descarbonización de todo el sector marítimo, y el objetivo es» caminar hacia «un modelo más moderno, sostenible y competitivo que refuerce nuestro liderazgo», ha indicado.
No obstante, «hay cuestiones en las que no nos podemos perder ni volvernos locos», ha aseverado Calzada en relación al gas.
En este tránsito, la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha insistido en la necesidad de «dar los pasos correctos para no morir de éxito ni morir en el intento», lo que «afectaría a la economía, no solo la de Canarias o España, sino a la internacional».
Sobre el futuro energético de un puerto como el de La Luz, Sansó ha explicado que el metanol, que está muy en boga en la actualidad, sólo representa el 1,5 % de la demanda a nivel global y ha augurado que de aquí a 12 o 15 años «como máximo puede representar el 4 %» de la misma, que está centrada en las instalaciones ‘hub’, como son Singapur o Róterdam (Países Bajos).
Por tanto, el director general de Minerva Bunkering -que ha ampliado su concesión en el puerto de La Luz hasta 2040- estima que «en los próximos 5 o 10 años la demanda va a ir dirigida en tres direcciones: «el fósil o los fluidos y gasóleos habituales van a ser predominantes, y, después, vamos a tener un aumento de demanda de biocombustibles que van a poder competir en precio y en condiciones con otros lugares del mundo y para los que el Puerto de La Luz está completamente preparado a nivel estructura, tanques y gabarras».
Sansó prevé para el metanol, «que solamente reduce un 25 % las emisiones, compradas con el fósil habitual, un nichito de mercado que no va a ser significativo», si bien ha añadido que «habrán ciertos clientes particulares que quizás tengan una demanda particular, con los que se podrá sentar y buscar soluciones puntuales».
Sin embargo, ha vaticinado que «a medio y largo plazo», en «10, 15 o 20 años, el metanol parece ser la solución más viable a nivel de preparación de los sistemas de abastecimiento porque es bastante sencillo relativamente convertir un tanque de fuel en un tanque de metanol o convertir una gabarra de bunkering en una gabarra de suministro de metanol».
«Vamos a estar preparados para proveer de combustibles alternativos o lo que demanden nuestros clientes cuando llegue el momento, pero creo que es importante centrarse en la competitividad del Puerto de Las Palmas, esto es, en dar el servicio que nuestros clientes demandan a día de hoy y van a seguir demandando los próximos 10 o 15 años», ha referido. EFE