Barcelona, (EFE).- Los técnicos de la Generalitat de Cataluña han detectado un brote de gripe aviar en una granja ubicada en la provincia de Lleida, en la que se sacrificarán todos los animales y en torno a la que se ha decretado un perímetro de restricción de movimiento animal de diez kilómetros.
El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, ha informado este miércoles en conferencia de prensa de que, tras conocerse este brote, se ha inspeccionado el resto de granjas ubicadas inicialmente en un radio de un kilómetro a la afectada, en las que no se ha detectado rastro de la enfermedad.
Ordeig ha apuntado a aves silvestres como posible origen de este brote de gripe aviar, de la que hay otros catorce focos activos en España.
El conseller ha explicado que este brote se ha detectado este mismo miércoles por los técnicos de la Generalitat y que ahora falta la confirmación oficial por parte del laboratorio de referencia del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ubicado en Madrid.
Tras conocerse este caso se han activado también los protocolos del Departamento de Salud de la Generalitat para ratificar el buen estado de los trabajadores de la granja afectada.
Sacrificio de animales y restricción de movimiento
Este caso ha llevado a la Generalitat a decretar formalmente la alerta sanitaria por gripe aviar, de acuerdo con los protocolos de la Comisión Europea, los del Ministerio y los de la propia Administración catalana, tras la reunión del comité de crisis creado hoy por este nuevo episodio de enfermedad animal, en el que participan representantes del sector avícola catalán.
Los citados protocolos dictaminan que en la granja afectada, cuya identidad ha pedido el conseller que se proteja, se debe adoptar una serie de medidas de bioseguridad que incluye, en primera instancia, el sacrificio de todas las aves.
En torno a esa instalación se ha creado un segundo radio de cero a tres kilómetros de distancia. Las granjas ubicadas en este perímetro serán las primeras en ser inspeccionadas, trabajo que seguirá luego en las situadas en un radio de tres a siete kilómetros, en las que además las medidas de restricción serán algo menos severas que en las otras.
El conseller ha indicado que, de momento, no se ha detectado ningún caso en las granjas que se llevan inspeccionadas, labor para la que se ha movilizado a todos los veterinarios públicos y privados de la zona.
Si no aparece ningún foco más, ha explicado, se podría levantar la alerta en treinta días, ya que la medida afecta también a las exportaciones.
Riesgo para los humanos
La alerta activada hoy ha llevado, además, a la Generalitat a poner en marcha los protocolos para impedir el contagio en humanos.
Si bien la Generalitat explica que la transmisión de la gripe aviar a personas es muy excepcional y que solo se han detectado casos aislados en situaciones de alto contacto directo con aves infectadas en el ámbito laboral, el Govern catalán ha pedido a la ciudadanía y a los medios de comunicación que no se acerquen a la explotación afectada, ni a pie ni en coche, para evitar la dispersión del virus.
«Los protocolos sanitarios están plenamente activados y el circuito asistencial está coordinado con el Hospital Universitari Arnau de Vilanova (en Lleida)», precisa la Generalitat en un comunicado.
La gripe aviar es una enfermedad infecciosa, detalla, causada por virus gripales de tipo A, que afecta principalmente a las aves.
Contención del foco
Ordeig ha señalado que ha hablado, además de con el criador afectado por el foco, con otros representantes del sector y que, en los próximos días, lo hará con los alcaldes de la zona, para que se conozca detalladamente las medidas adoptadas.
Ahora, ha subrayado, lo importante es que en el perímetro de un kilómetro en torno a la granja no hay animales infectados, «un elemento que facilitará mucho la contención de la enfermedad», y actuar con rapidez de acuerdo a los protocolos establecidos.
Ha recordado, en este sentido, que desde el pasado 17 de noviembre están confinadas todas las aves de crianza, precisamente para frenar la expansión del virus, que ya provocó un caso de gripe aviar en Cataluña en 2023 y otros diez casos en 2017.
El pasado 17 de noviembre, se fijaron también protocolos reforzados para el acceso a granjas y movimiento de trabajadores, higiene personal, limpieza y desinfección, piensos, agua y líquidos, gestión de residuos y cadáveres, vigilancia sanitaria y formación del personal.
La experiencia adquirida con los focos de años anteriores, ha remarcado el conseller, ha llevado a los ganaderos a invertir en sus instalaciones, lo que facilitará la contención ahora del virus tras la detección precoz de este primer foco.
Ordeig ha reiterado que el consumo de carne de ave y huevos no implican ningún riesgo para los humanos.
Consumo carne y de huevos
«El Govern -dice el comunicado de la Generalitat- quiere transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía».
Aunque el origen del foco no se sabe todavía, el conseller ha citado los numerosos casos de aves silvestres infectadas por el virus, y a estos animales como uno de los principales vectores de transmisión de la gripe aviar.
«El cambio climático, la globalización, los cambios en las migraciones de las aves nos hacen estar más expuestos que nunca a diferentes enfermedades animales», ha incidido el conseller, quien ha pedido que los ciudadanos y ganaderos que acudan a los canales oficiales para informarse del caso.